www.diariocritico.com
Francisco de Manuel muletea por bajo a Bastonito.
Ampliar
Francisco de Manuel muletea por bajo a Bastonito. (Foto: Plaza1)

San Isidro: el legendario Bastonito ‘resucita’ con otro torrente de bravura y casta

domingo 12 de mayo de 2024, 22:55h
La religión laica y flamígera que es la Fiesta también tiene, además de su liturgia, algún que otro milagro. Como el de este domingo en la catedral de Las Ventas, donde apareció un bicorne de Baltasar Ibán también bautizado como el legendario Bastonito, que era como si hubiera resucitado aquel tres décadas después. Incluso con un punto de fiereza menor compensado por mayor clase en sus embestidas. Porque el nuevo Bastonito también derrochaba bravura y casta, también se comía los engaños -claro, eso sí, exigiendo- y humillaba cual el más arrepentido pecador. Sin embargo en 1994 Rincón triunfó con él, lo que Francisco de Manuel no fue capaz ahora. El resto del encierro en general cumplió sobradamente en los caballos, pero llegaron sosotes, echando la cara alta casi sempre y sin dar juego en la muleta. Y tampoco Calita y Álvaro Alarcón, igualmente sosos, los aprovecharon mínimamente.

Ya se sabe la frase atribuida al mítico Belmonte, aquella de que Dios te libre de un toro bravo en Madrid. Pues, eso. Porque si es verdad que la afición se acordará, para bien, mucho tiempo de Bastonito, no es menos cierto que para su desgracia también lo hará De Manuel. Porque con semejante enemigo se podía manufacturar torería por arrobas, y, claro, exagerando, escribir un nuevo tomo del Cossío.

Y ni una cosa ni otra. A pesar de que -eso puede ser lo peor- el madrileño le echó voluntad a raudales en un quite por chicuelinas -lo único destacable con el percal en toda la función- y se clavó de hinojos en el platillo para comenzar la faena con tres redondos, y ya en pie una trinchera y el del desprecio. Pero poco a poco fue destilando el toreo moderno, sí, hombre, sí, el de la mala colocación y el de meter el pico.

Por lo que, salvo una serie posterior de naturales, dos de ellos profundos, y unos ayudados por bajo para cuadrar, el resto de su faena no pasó de aseada y supo a poco, un grave pecado mortal con un toro al que se le caían los contratos de las orejas. Un burel merecedor de la vuelta al ruedo, de lo que el usía José María Fernández ni se enteró. ¡Qué cruz con los presidentes de Las Ventas!

Poco que contar ya del resto, salvo, y no es poco, dos extraordinarios tercios de varas protagonizados por Luis Francisco Parrón, en el toro del milagro, y Juan Francisco Peña, en el tercero. Ambos provocando emoción al aguantar a sus bichos que se les venían de lejos, clavando en el morrillo y midiendo el castigo. Porque como queda escrito líneas arriba, es verdad que los demás ‘ibanes’ tras cumplir en varas, excepto el 4º, llegaron al último tercio con pocas opciones de lucimiento.

Pero no lo es menos que, a pesar de que echaban la cara arriba, no eran marrajos imposibles, necesitaban que el veterano Calita y el novel Álvaro Alarcón –quizás con mayor excusa al vestirse de luces tras su alternativa en esta plaza hace exactamente un año- no se limitasen a intentos repetitivos del unipase sin un ápice de imaginación. Al menos se libraron de un toro bravo…que no es poco.

FICHA

Toros de BALTASAR IBÁN, desiguales de presentación, con 1º y 2º chicos; de buen juego en el caballo, salvo el manso 4º, y nobles y sosos en el último tercio. 5º, muy bravo y encastado. CALITA: silencio tras aviso; silencio. FRANCISCO DE MANUEL: silencio tras aviso; fuerte división tras dos avisos. ÁLVARO ALARCÓN: silencio; silencio Plaza de Las Ventas, 12 de mayo, 3ª de la Feria de San Isidro. Dos tercios de entrada (15.111 espectadores, según la empresa). Tras concluir el paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria del matador Pedro Giraldo, fallecido este domingo.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
2 comentarios