En tiempos de tanta baratija, se agradece la orfebrería de altos quilates. Como la que regaló este jueves sobre el escenario venteño un Morenito con elogiable disposición toda la tarde, cual aconteció en su anterior paseíllo isidril. El de Aranda aprovechó la noble embestida de su segundo enemigo para acelerar los pulsos del cotarro con su derroche artístico, pleno de creatividad, plasticidad y talento. Nada de faenitas preparadas desde casa, sea como sea la catadura del bicorne. Mucho de inspiración en los adornos para rematar la belleza flamígera de naturales y redondos, ligados en un palmo, sin olvidar varios pases de pecho que eran monumentos escultóricos.
Alguna intermitencia y una media estocada poco ortodoxa redujeron el premio a una oreja, aunque de alto peso. Tan arreado había venido el burgalés, que se fue a portagayola a esperar a su primero, luciéndose con apasionadas y barrocas verónicas en un terreno tan complicado como los chiqueros, Mas después el manso se desentendió de la flámula dedicándose a echar la carota arriba, obligando a Morenito a fajarse toreramente con él.
Otro que se fajó con el burel inicial de su lote fue Gonzalo Caballero, valeroso y jugándosela a cada pase en redondo frente a otro animal a la defensiva pero con mayor violencia y peligro, hasta que en el primer intento de natural, cruzándose de verdad, el toro le ensartó y corneó con saña. A pesar de lo cual -después se supo de la gravedad del percance con 33 centímetros entre sus dos trayectorias- y de los consejos de su cuadrilla e incluso de sus dos compañeros de cartel -de los que se zafó cuando lo llevaban a la enfermería-, permaneció en el ruedo renqueante y con un torniquete hasta que despenó al bicho. Frente al drama, gesto de hombría del madrileño, que merece volver a hacer el paseíllo en Las Ventas.
Claro que para drama, virtual, y bochorno de los sentidos es el de tener que aguantar al horroroso Capea tres toros (el sexto lo mató en sustitución de Caballero), tres. Aunque no se conocen, hasta la hora de redactar esta crónica, intentos de cortarse la venas o tirarse a la M-30 por parte de los espectadores, que pitaron con fuerza la que se recuerda como peor actuación del salmantino en Las Ventas, que tiene mérito, ¿eh?, que tiene mérito.
Claro que él no es tan culpable como la empresa de la Monumental, con la que guarda indisimulados vínculos familiares y afectivos, que le protege año tras año, anunciándole sin falta en el isidril, del que se quedaron fuera torerazos como Pepe Moral y Curro Díaz, entre otros. Haciendo, la empresa, lo que su enchufado no sabe: torear... pero a los aficionados, mofándose de ellos con autentica desvergüenza. Semejante bajonazo nos lo tomaremos a chanza... mientras no ocurra un suicidio y se exijan responsabilidades.
Ficha de la corrida
Toros de EL VENTORRILLO, de desiguales y feas hechuras, justos de fuerza, mansos y descastado excepto los nobles 4º y 5º. CAPEA: pitos, pitos tras dos avisos, pitos tras aviso. MORENITO DE ARANDA: palmas tras aviso; oreja. GONZALO CABALLERO: ovación en el único que mató. Plaza de Las Ventas, 12 de mayo. 6ª de Feria. Dos tercios de entrada. Parte médico de Gonzalo Caballero: Herida por asta de toro en cara interna tercio medio muslo izquierdo con dos trayectorias, una de 20 cm hacía dentro que contornea el fémur y alcanza cara externa del mismo contusionando paquete vasculo - nervioso y produciendo destrozos en músculos vasto interno, crural y vasto externo, y otra de 15 cm hacía fuera y ascendente que alcanza el fémur. Pronóstico grave, que le impide continuar la lidia.
-CRÓNICA DEL FESTEJO ANTERIOR