La tosferina es una enfermedad de la infancia que afecta sobre todo a niños menores de un año. Según el informe del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III sobre la
situación de la tos ferina en España 1998-2014, las muertes por tosferina ocurrieron en menores de 3 meses registrándose una media de 1 muerte al año entre 2000 y 2006 y 4,7 muertes entre 2007 y 2013.
El ministro de Sanidad,
Alfonso Alonso, ya aseguró a finales de 2015 que no se ha registrado un número de fallecimientos más allá "
de lo previsible", pero la percepción de vulnerabilidad de los recién nacidos hasta que reciben la primera dosis de la vacuna –actualmente se administra en cinco dosis a los 2, 4, 6 y 18 meses, con una dosis de recuerdo a los 6- llevó a varias comunidades autónomas a activar protocolos para reforzar su protección inyectando un recuerdo de la vacuna a las gestantes entre las semanas 28 y 36 de embarazo como
recomendó Sanidad en junio.
La idea es que todos los recién nacidos tengan en sangre los anticuerpos de la tos ferina fabricados por la madre, ya sea por haber sufrido la enfermedad o por la vacunación. Estos anticuerpos durarían en el bebé hasta los 8 primeros meses de vida, protegiéndolo hasta que pudiera generar los suyos propios. Pero, ¿es un sistema seguro?
La
Dra. Beatriz Pérez González, miembro de
Saluspot y especialista fertilidad, ginecología y obstetricia en
Ginecología Doctoras Pérez, disipa las dudas sobre la vacunación de la tosferina en el embarazo.
Precedentes exitosos en EEUU y Reino Unido![](/fotos/editor/493119/1453912912_doctora_tosferina.jpg)
“En el año 2010 se vio en EEUU un importante repunte de los casos de tosferina. Aunque en adultos la tosferina no suele representar una enfermedad grave,
en los niños muy pequeños puede complicarse y presenta una mortalidad del 1%. Este hecho obligó a las autoridades sanitarias americanas a reconsiderar la prevención de la tosferina para proteger al recién nacido.
Desde 2012 se recomendó la vacunación de mujeres embarazadas con la vacuna dTpa entre las semanas 27 y 36 de gestación. Por su parte, en septiembre de 2012, el Comité de Vacunación de Reino Unido tomó la misma decisión de recomendar la vacunación de las mujeres embarazadas en el tercer trimestre de gestación, con el propósito de aumentar su protección serológica al final del embarazo.
Esta estrategia, también implementada en Cataluña desde el 2014, ha demostrado ser la más efectiva hasta ahora, observándose una reducción del número de casos de tosferina en lactantes.
Según un estudio realizado en Inglaterra por Amirthalingam et al, publicado en julio de 2014 en la revista Lancet, sobre la efectividad de la vacunación en embarazadas, se observa cómo se pasa de 328 casos en el año 2012 a 72 en el año 2013. Las hospitalizaciones también se reducen, pasando de 440 en el año 2012 a 140 en el año 2013. En el grupo de menores de 3 meses se notifican 118 casos en el año 2011 y 72 en el año 2013”.
Efectos secundarios
“La vacuna es muy segura. Es una vacuna genética muy estudiada porque existe desde los años cuarenta. La única diferencia es que ahora se aconseja administrarla durante la gestación. Las poquísimas reacciones adversas que pueda producir son leves y locales (hinchazón y dolor).
No tiene efectos secundarios ni riesgos de malformaciones para el feto (ninguna vacuna, ni la de la Rubeola)”.
Vacuna de la tos ferina y lactancia materna
“
Las vacunas contra la tosferina no pueden dar tosferina debido a que no contienen ninguna bacteria viva. Las vacunas contra la tosferina que usamos en la actualidad para las gestantes en España contienen partes inactivadas y purificadas de la bacteria que causa la tosferina (Bordetella pertussis). Incluso la lactancia materna es segura después de recibir una vacuna contra la tosferina”.