La carne roja es una de las que peor fama tiene (si se consume en exceso) por sus consecuencias nocivas para la salud.
Incrementa el riesgo de varios tipos de cáncer y la Organización Mundial de la Salud (OMS) la tiene catalogada como alimento probablemente cancerígeno, perteneciente al grupo 2A.
La carne roja se llama así por su aspecto más rojizo, generalmente son las de vacuno, buey o caballo. Es una carne rica en proteínas, pero también tienen una mayor concentración de grasas y purinas, por lo que su consumo habitual puede provocar problemas.
Pero como hemos advertido en el titular, la carne roja no es la peor que se puede encontrar en el supermercado. De hecho, es nociva en exceso.
Pero hay otro tipo de carne que es más dañina en general: la carne procesada.

¿Qué es exactamente la carne procesada?
La Cadena SER se ha hecho eco de la advertencia de la OMS señalando a la carne procesada como una de las más nocivas para la salud.
Se denomina así a las carnes que se obtienen mediante procesos, es decir, ha sido transformada.
Salazón, ahumado, fermentación o adobo son algunos de los procesos por los que se obtienen este tipo de carnes.
A la carne (roja o blanca) se le añaden grasas animales y conservantes para mejorar su sabor y su duración; para después someterla a diferentes procesos. Esto da lugar a la carne procesada.
Aunque así descrito suene raro y la mayoría crea que no la consume, es uno de los productos más consumidos: salchichas, nuggets, salami, jamón....etc.
Según los datos que maneja la OMS, es de las más consumidas en el mundo, también en Europa.
Es un tipo de carne que se emplea mucho en la comida rápida, pero muchas personas la compran habitualmente en el supermercado para hacerse comidas y cenas 'ligeras' o rápidas.
Según la OMS, su consumo es responsable del 74% de las muertes. Contienen compuestos químicos nocivos para el organismo y una cantidad baja como son 50 gramos, aumenta un 18% el riesgo de desarrollar cáncer de colon.
Por ello es recomendable consumir carne y pescado fresco (siempre con moderación) y aumentar la ingesta de frutas y verduras en la dieta.