El president de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha realizado este viernes a primera hora una remodelación de su Gobierno que pasa por la salida de 3 consejeros que ha considerado poco comprometidos y por tanto un obstáculo para la celebración del referéndum independentista del 1 de octubre. Una purga en toda regla, auspiciada y exigida por Esquerra, que les exigió varias cabezas.
Una de las caídas es nada más y nada menos que la consejera de Presidencia y portavoz del Govern, Neus Munté. También se marcha el conseller de Interior, Jordi Jané, una antigua pieza clave en CiU en tiempos de Artur Mas. La tercera perjudicada es la titular de Educación, Meritxell Ruiz.
A los 4 caídos, incluyendo al secretario del Govern, Joan Vidal, les sustituirían varios nuevos consejeros. Uno de ellos será el presidente de Junts pel Sí en el Parlament, Jordi Turull, considerado como un fiel a la causa soberanista. Será quien dé el relevo a Munté.
Además, se suman a las novedades Joaquim Forn, hasta ahora portavoz de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona, y que será nuevo conseller de Interior; Clara Ponsatí será la nueva titular de Educación; Víctor Cullell, será el nuevo secretario.
El ex president Artur Mas aseguró ayer que daría "pleno apoyo a Puigdemont, haga lo que haga", así como al partido que preside.
Desde la nueva Convérgencia, el PDeCAT, se ha analizado como una claudicación de Puigdemont a las presiones de Oriol Junqueras, líder de ERC y número dos del frente soberanista y vicepresidente de la Generalitat.
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