Es decir, los del 'no' lo defenderán en un nuevo Comité Federal que no se celebrará antes del próximo día 15, con el agua al cuello del plazo para disolver las Cortes. Así lo ha explicado públicamente la diputada asturiana Adriana Lastra, que considera que la reunión del Grupo Parlamentario no es el sitio adecuado para tomar decisiones de partido.
Mientras, las dos facciones enfrentadas se dedican a darse patadas por debajo de la mesa, como las declaraciones de Soraya Rodríguez -la ex portavoz de la época Rubalcaba- culpando a infiltrados de Podemos de la tensión creada a las puertas de Ferraz.
El gran ‘detalle’ del día ha sido el cambio de escaño de Pedro Sánchez, al que alguien de la nueva dirección quiso sentar detrás de Eduardo Madina hasta que el vasco se enteró "por un tuit" y exigió a su Grupo Parlamentario que fuese al revés. ¿Fue Antonio Hernando, que sigue de portavoz, quién lo autorizó? ¿Lo sabía, en todo caso? Mejor no hurgar en la herida con rumores interesados.
En realidad, de lo escuchado a unos y a otros, pródigos en corrillos con los periodistas aprovechando un Pleno con pocas emociones -salvo para la presidenta Ana Pastor, a la que casi sacan de sus casillas-, el PSOE tiene demasiadas dudas sobre el camino a seguir en estas tres semanas decisivas. A saber:
El Comité Federal no tiene fecha definida, se habla del 15 o incluso el 22 por aquello de que la tradición es convocarlo en sábado. Sin embargo, la gestora de Javier Fernández puede tocar a rebato cuando lo considere oportuno. Puede ser cualquier día.
Al menos sí tenemos la certeza de que es el máximo órgano de dirección del PSOE entre congresos quien debe tomar una decisión en caso de que Mariano Rajoy decidiera presentarse de nuevo a la investidura como presidente del Gobierno.
Pero, ¿debe decidir entre el no y la abstención antes o después de que la gestora se siente a hablar con el PP? La abstención técnica de la que se habla en Ferraz no convence en Génova, donde no paran de insistir en la “estabilidad” como principal condición para que Rajoy suba de nuevo a la tribuna del Congreso, una forma de decirle a los socialistas que, si tanto miedo le tienen a unas nuevas elecciones, deberán comprometerse a apoyar al Gobierno en las cuestiones fundamentales, presupuestos, déficit… Cataluña.
¿Boda o funeral?
Un importante dirigente del PP, de los pocos autorizados a hablar durante estas dos semanas, lo ha resumido en una frase demoledora: “Si te invitan a una boda el día antes, ¿vas? Yo no iría”.
Y, antes, si la apuesta es la abstención habrá que buscar una salida a los partidarios del ‘no’. Tanto para los que como Odón Elorza o Ximo Puig, aunque cuente con el apoyo y la comprensión de su vicepresidenta Mónica Oltra, se han posicionado con tanta rotundidad que ya no pueden dar marcha atrás, como para los socialistas catalanes, a un PSC que ya ha avisado de que romperá la disciplina de voto. Sería un precedente gravísimo y al parecer no son los únicos.
En lo que insisten los del ‘no’, sean críticos o ‘de Pedro, es que no son sólo “tres” Elorza, Margarita Robles y Rafael Simancas, sino bastantes más.
La división, no en dos sino en tres o cuatro ‘bandos’, llega también a las primarias. Incluso entre los fieles a Pedro Sánchez hay quien piensa que una cosa es someter a los militantes el cargo de secretario general y, otra, transferirles decisiones políticas que corresponden a los órganos del partido. “Eso sólo lo hacen los dictadores”, se ha llegado a escuchar este martes.
No se trata, por tanto, de decidir ‘sólo’ entre el no y la abstención, sino también si se debe consultar a los militantes. Los partidarios de convocar la consulta son los más ‘ruidosos’ en las redes, pero quienes se oponen probablemente sean más numerosos en estos momentos.
Ahora sólo falta que tengan algo que consultar -o no- a las ‘bases’, porque si Rajoy no quiere ir “a la boda”, el PSOE tendrá que celebrar un funeral: el de las terceras elecciones.