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Donald Donald Trump y J. D. Vance
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Donald Donald Trump y J. D. Vance (Foto: Casa Blanca)

Trump y los wokies

martes 21 de enero de 2025, 12:58h

Los wokies están como pollo sin cabeza haciendo cola en la SER y el País porque se están opinando encima. Ahora, a los maricones españoles, encabezados por un gordo con poca higiene llamado Bob Pop, los tiene soliviantados que Village People haya actuado en la toma de posesión de Trump. La otra es que a no sé qué asociación de feminitarras les ha parecido requetemal el tono del juez instructor en el interrogatorio a Mouliáa, la calientabraguetas.

La inopia de Bob Pop viene de lejos y es conocida: para este vendehumos, todos los que no somos queer, wokies y amanerados somos fascistas ultras que deberíamos ser encerrados. Pero no nos preocupemos: revisado el cv del personaje, no hay nada, está vacío; ni siquiera un mal máster por cualquier universidad bolivariana, solo un salpicón de podcasts fracasados y un montón de lagrimitas, sniff, porque es maricón, gordo y le hicieron bullying de pequeño.

La otra es la Federación de Mujeres Progresistas, un aquelarre de gritonas que no deja títere con cabeza, sobre todo si tiene pene. A estas personas las ha soliviantado sobremanera que el juez Carretero haya sido poco dado a los circunloquios lenitivos en sus interrogatorios. Les ha molestado su tono directo y clarito con Mouliáa, por cierto, el mismo que utilizó con Errejón.

Después del discurso de Trump, los wokies se han quedado calvos de tanto pelo como se han arrancado de la cabeza al oír al octogenario espídico decir que se acabó la tontería, que desde ahora sólo hay dos sexos y dos géneros, hombres y mujeres, y que los otros 643 géneros se los vayan metiendo por donde amargan los pepinos.

Lo cierto es que del wokismo no quedará mucho en unos meses, puede que algo más en España porque tenemos un presidente que se hace el woke para parecer más cool, pero es más machista que el Fary como bien ha demostrado con su comportamiento en el caso Begoña, protegiendo a la damisela de todo juez, de toda denuncia, de toda verdad.

De Trump nada se puede decir con certeza. He leído mil análisis sobre su discurso, lo que dijo y lo que no dijo. Yo lo vi y escuché en directo, media hora sin mirar un papel y soltándole soplamocos tras soplamocos a Biden y su gestión. De todo lo que dijo, me quedo con dos cosas que no mencionó, Europa y Groenlandia.

Trump sólo puede estar cuatro años en la Casa Blanca, así que si Europa hace lo que mejor sabe, esconder la cabeza debajo del ala, mirar para otro lado y enredar la marrana durante siglos, no nos pasará mucho. Sí, nos tocará apoquinar más pasta para la OTAN (es razonable: es nuestro sistema de defensa más importante y pagamos poco, tarde y mal) y le tendremos que decir a Zelenski que bueno, que en fin, que se olvide del Dombás. Pero si mantenemos la boca cerrada y enredamos las cosas en tribunales, comisiones, reuniones, asociaciones, intermediarios y demás, los cuatro años pasarán volando. Mira si no a Puigdemont, lleva dando el coñazo desde 2017 y ahí sigue.

Su objetivo con Europa es volvernos irrelevantes. En Europa representamos algunas de las cosas que más rabia le dan a Trump: la diversidad cultural, el estado del bienestar y la producción de bienes y servicios que los yanquis compran a espuertas. Trump ha visto que el 65% de los europeos estamos en contra de las chorradas wokistas y que con un tercio de lo invertido en su campaña presidencial podría cambiar el signo de los gobiernos europeos. No es que me importe mucho, al fin sigo pensando que son los ciudadanos los que votan y tan manipulados estamos con Trump como con Sánchez, el sátrapa. Y queda Groenlandia, esa islaca con 50.000 borrachos subvencionados que duermen la mona sobre oro, gas y rubíes. Entiendo que Trump se crea el Pirata Drake, pero no atacará a un aliado. Además, cuatro años dan para lo que dan y echar a dos millones de ilegales, apoderarse del canal de Panamá, convertir a Canadá en el estado 51 y jugar al Risk con China le ocuparán todo su mandato. Esperemos, pues, a que pase la tormenta y haya limpiado la basura woke sin jorobarnos mucho en Europa.

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