www.diariocritico.com

El bachiller Manolito López

martes 01 de octubre de 2024, 11:33h

Los gobernantes suelen manipular la historia para esconder sus malas administraciones, sus complejos de diván o sus delitos. En el caso de Manolo López Obrador, a eso hay que sumar su odio a España, que tiene raíces profundas y se remonta probablemente a su infancia, cuando sus tres abuelos españoles, cántabros y asturianos, lo obligaban a aprenderse la lista de los Reyes Godos.

En el 2002, García Page y Bono visitaron México DF y se entrevistaron con Manolito, a la sazón alcalde del DF, quien les dijo, sin diplomacia alguna, “yo odio a España y odio a los españoles”. El problema, pues, de Manolito debe ser un trauma de infancia que solucionaría con terapia y pastillitas. Vacunas no, que ya sabemos que a Manolito no le gustan ni las vacunas ni las mascarillas: como bien dijo en una rueda de prensa que dio tres vueltas al mundo, “Yo no necesito vacuna ni tapabocas porque me protege ésta” y se sacó de debajo de la camisa un escapulario de la Virgen de Guadalupe (extremeña, no azteca).

A Manolito nunca le contaron que Hernán Cortés era un hombre parco, reflexivo, que pocas veces levantaba la voz (salvo a su tropa) y partidario de las alianzas antes que de la guerra, que vestía de negro y muy pocas veces llevaba armadura.

Tampoco le contaron que llegó con 400 hombres de Cuba y se dedicó a establecer alianzas con todos los pueblos oprimidos por los aztecas, verdaderos asesinos que sacrificaban a sus dioses 40.000 personas CADA año, de ellos 5.000 niños, y luego se los comían (denunciado por primera vez por Fray Juan de Zumárraga, primer Obispo de México, en 1534 y ratificado por casi todos los historiadores). O sea, Castilla acabó con el genocidio azteca, ahí están la pirámide de cráneos de Tenochtitlan y el holocausto de Huanchaco como pruebas.

Tampoco le contaron que la universidad Pontificia de México, 1551, fue la primera de 54 Reales universidades y Colegios mayores que los malísimos castellanos fundaron por toda la América española y a las que asistían los indígenas.

Tampoco le ha dicho nadie a Manolito que con 400 hombres ni Supermán habría conquistado un imperio como el azteca. Cortés consiguió el concurso y la complicidad de los pueblos sojuzgados, chalcas, colhuas, tepanecas, tlahuicas, tlaxcaltecas, xochimilcas, toltecas... decenas de miles de guerreros que se pasaron al lado de Castilla y acabaron con la opresión azteca. Y todo empezó porque Xicomecoatl, gobernante totonaca, apresó a los recaudadores de Moctezuma y le pidió ayuda a Cortés para acabar con el tirano.

Así y todo, Hernán Cortés convivió casi un año con Moctezuma. Se hicieron amigos y fue tan grande el respeto de Moctezuma por el español, que le rogó que cuidara de sus hijos. No es algo que le pidas al primero que pasa. Y Cortés los cuidó bien: los trajo a España, estudiaron y consiguió títulos nobiliarios y matrimonios para ellos.

Y somos tan racistas, Manolito, que en Granada se nombra al primer catedrático negro del mundo, Juan Latino (1556); que Cortés tuvo once hijos, ocho con mujeres indígenas y a todos les dio su apellido y títulos. Incluso Isabel Moctezuma, hija de Moctezuma, fue ofrecida por éste a Cortés y tuvieron una hija, Leonor Cortés de Moctezuma. Y ahí están las leyes de Isabel de Castilla o del propio Cortés para protección de los indígenas a los que consideran súbditos de la corona de Castilla en plena y total igualdad con el resto de castellanos, y esto duró hasta la Independencia ya que, incluso en la Constituyente de 1812, seguía habiendo diputados de ultramar.

¿Y el oro? Desde 1521 hasta 2021, datos del Banco de la República de México, durante el virreinato se extrajo el 7% de todo lo que se ha extraído en cinco siglos y, de ese 7%, la Corona se llevaba el “quinto real”, esto es el 20% o sea, el 1,4% de todo lo extraído en 500 años. El oro mayoritariamente se quedó en América, invertido, qué cosas, en las más de 500 ciudades que fundó Castilla, en las universidades, catedrales, hospitales e infraestructuras. Sin oro, habría sido imposible gobernar los virreinatos y hacerlos prosperar.

Lo que no entiendo de ti, Manolito es que pudiendo cambiar nombre y apellido según las leyes mexicanas, no te llames Cipactli Xicoténcatl, un suponer.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
5 comentarios