Cataluña, qué pereza
martes 14 de diciembre de 2021, 19:22h
No quiero volver a hablar del independentismo fascista y facineroso que horada Cataluña. No quiero volver a decir que su modelo es un supremacismo excluyente en el que hasta el apellido pesa; no quiero hablar de ese partido que cambia de nombre como las distintas fases de una metamorfosis y, así, cuando fuera larva se llamó Convergencia, cuando pupa PdeCat y cuando fueron perseguidos judicialmente por manilargos y malversadores, se volvieron crisálida pasando a llamarse Junts per Cat. Aún les queda alguna fase metamórfica y, cuando sean polilla, tal vez pasen a llamarse Tots contra España.
No quiero hablar de que su ideario se basa en un racismo autocomplaciente alimentado de falsedades como que a la guerra de sUcesión de 1704 la llamen guerra de sEcesión, no quiero llorar de risa recordando la sandez de los reyes catalanes que nunca existieron o de ese pelagatos llamado Ramón Berenguer IV elevado a los altares del “catalanismo” incluso antes de que existiera la palabra Cataluña.
No quiero, de verdad que no quiero, recordar una vez más lo mucho que Laura Borrás y sus conmilitones han robado a Cataluña y a la propia España, millones que salieron de subvenciones repugnantes como las destinadas al Institut de Nova Historia que mantiene que Calderón, Cervantes y hasta el Cid eran “catalanes” -envidiosos- o los dineros robados mediante la adjudicación de ITV’s y la posterior tasa revolucionaria del trespersén para la famiglia.
Cataluña, con una deuda de 84.000 millones de euros (https://datosmacro.expansion.com/deuda/espana-comunidades-autonomas/cataluna) de los cuales 70.000 los debe al estado central entre préstamos y bonos regionales que les hemos comprado vaya usted a saber por qué, y otros 4.000 millones que debe a bancos españoles, no podría ser independiente ni en el sueño de Dorothy Gale en el Mago de Oz. Para que nos hagamos una idea, cada uno de los habitantes de Cataluña, hombres, mujeres, niños y viejos (nos) debe 12.000 euros. Eso sí que es robar y no lo de Vito Corleone.
Ahora, en aquella tierra hoy arisca, inhóspita y cruel especialmente con los españoles, están intentando el apartheid brutal de un niño en un colegio y de su familia en el pueblo, Canet. Incluso una de las mujerucas de esta cueva de Alí Babá se ha permitido el lujo de pedir que se intervenga el colegio, que se retiren las competencias al centro y que se meta en vereda a la familia y al niño reticentes a aceptar la dura realidad catalana: un 25% de enseñanza en castellano es inaceptable. Un 25%, una de cada cuatro asignaturas, una de cada cuatro horas, es un imposible en la Buchenwald española. Alí Babá y sus mercachifles tienen comisionada en sus cerebros una sola idea: expulsar de Cataluña cuanto huela a España.
Últimamente en RRSS hay un montón de mastuerzos escribiendo en un castellano infame que dicen que en Cataluña no hay ningún enfrentamiento ni nadie ha tenido problemas por hablar castellano. Fuera de Barcelona, esa afirmación es mentira; y aún dentro de Barcelona. Si vas a Lérida y pides en un restaurante en castellano, simplemente dejan de atenderte. Si la cosa ocurre en Gerona, tendrás suerte si no escupen en tu comida o no te echan del local alegando cualquier excusa menos la verdad (son cobardes hasta para defender con honor sus ideas piltrafa).
Y el mero hecho de no poder rotular en castellano, de no poder pedir que se cumpla la ley y que ese miserable 25% de la enseñanza sea en castellano, de no poder dirigirte a un mosso en castellano porque te contestará en catalán o de no poder preguntar una dirección en español so pena de ser insultado, es una muestra clara de que el español como lengua, como concepto y como nacionalidad está sometido a una persecución excluyente, racista y supremacista en un pedazo de tierra que es tan nuestro como Sevilla o León.
La región noreste es un insulto a la democracia, al ideario revolucionario que inspira el europeísmo, libertad, igualdad, fraternidad, y es, por encima de todo, una tortura a la mitad de la población no asimilada por la falange ladrona que los herederos de Pol Pot, de Stalin, de Milosevic, de Bashar al-Ásad, de Papá Doc, han impuesto.
Y no, hoy no quiero hablar de toda esta repugnancia, pero cómo dejar que un niño siga siendo marginado sin denunciarlo.
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Cataluña, qué pereza
Últimos comentarios de los lectores (4)
61138 | Pascuamejía - 16/12/2021 @ 13:54:30 (GMT+1)
Albert, gracias por leer y comentar. No sé cuántos estudiantes hay en Cataluña. Si se marginara o escarneciera a una mujer, un gay, un trans, un negro, un judío... ¿Seguirías pensando que como solo es uno tanto da? Luego queda la insignificancia de que el idioma de España es el español. Hay que ser muy mermadito para no entender algo tan simple.
61132 | Albert Foulant - 16/12/2021 @ 09:43:05 (GMT+1)
Un caso entre 1,5 millones de estudiantes, el problema del castellano en Catalunya es gigantesco.
61126 | Pascua Mejía - 15/12/2021 @ 14:14:25 (GMT+1)
Gracias, Loki, por leer y comentar con tanto acierto. No podremos superar estos atavismos nacionalistas hasta que, efectivamente, sentemos, centremos y esculpamos en piedra esas leyes de claridad de las que tanto hemos hablado, tan importantes para un país con quintacolumnistas dentro como el nuestro. La alianza con el corazón de Europa (dejo aparte países extraños que están en la UE pero que no respiran Europa sino que más bien padecen un empacho de ego) nos tiene que permitir enfrentar con oportunidades de éxito a los estadounidenses, a la apisonadora china y a la impredecible Rusia. Pero antes hay que quitarse de encima a los quintacolumnistas del nacionalismo, tenga el apellido que tenga, esos pazguatos dispuestos a hundir el mundo con tal de salvar su Moreneta. O ni siquiera: con tal de salvar su faltriquera, su canut en catalá, el monedero secreto donde guardan lo esquilmado.
Que el RU se haya pirado, es una suerte para Europa (nunca fueron europeos ni nada parecido, ellos solamente son británicos y, en el mejor de los casos, lameculos yanquis), pero necesitamos más Europa en lo legislativo, en lo militar y en lo penal para poder avanzar. Mientras tengamos rémoras atávicas como los nacionalismos estaremos vendidos por 30 monedas cada cuatro años. Un saludo y un abrazo para La palma.
61124 | LOKY - 15/12/2021 @ 10:40:39 (GMT+1)
Efectivamente, no vale la pena comentar lo que ha sido y es el nacionalismo catalán, que tampoco se diferencia mucho de otros nacionalismos, verdadera peste del siglo XX causante de guerra mundiales en su máxima expresión. Parece que el siglo XXI va por el mismo camino, o quizá sea como el volcán de La Palma ayer que entró en un nuevo paroxismo y hoy está quieto, prolegómeno de su final.
Pero dicho esto, la clave está en la deuda de Cataluña con el resto de España, por eso, el nacionalismo catalán cuando habla de referéndum y nombras la Ley de Claridad de Canadá se ponen de los nervios, y así no quieren jugar. Claro, han robado lo que no está escrito, y cuando pretendes pasar la factura miran para otro lado.
El asunto catalán, vasco y el que venga, solo se podrá afrontar desde una reforma constitucional que ponga de una vez las cosas claras y con valentía. El que quiera independencia la tiene que pagar, como suele decirse, los amores a la fuerza no funcionan, ahora bien, todo divorcio tiene un coste, sobre todo para el que tiene que pagar.
España camina junto con otros países (a tranca y barrancas, pero camina), a una unión más estrecha, no solo económica sino además fiscal y militar, y no le queda otra a la UE sino quiere ser devorada por rusos, chinos y anglo-americanos. Con el R.U. fuera de la UE, será todo más fácil.
En cuanto al caso concreto, esto viene siendo así desde hace mucho y no es un caso aislado, pero ya sabes que con gente supremacista no se puede razonar, solo aplicar la ley, y quien tiene que hacerlo son los tribunales, que para eso supuestamente son independientes, o ¿es que solo son independientes cuando interesa?.
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