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¡Europa, despierta!

viernes 21 de febrero de 2025, 08:00h

"... La comunidad internacional parece haber aceptado ya que un estado, el ruso, de forma unilateral, y saltándose todos los tratados internacionales, puede anexionarse una región -Crimea- de otro estado, Ucrania; puede también alentar el secesionismo de otras regiones del Este de Ucrania, armando a los rebeldes, apoyándolos con armamento pesado y tropas de élite, sin que por ello se modifique sustancialmente el status quo internacional”.

Perdón por las autocitas,pero estas palabras las escribí en 2015 en Ucrania frente a Putin (Ed. ViveLibro), y poco después de la segunda invasión a Ucrania del zar Putin volví sobre el tema en Putin contra Ucrania y Occidente (Amazon, 2022), en donde terminaba diciendo que “Putin no permitirá bajo ningún concepto que su vecino pueda estar algún día formando parte de la OTAN...,ni que acabe siendo algún día un país verdaderamente democrático, libre y hasta rico. Esa circunstancia abriría los ojos de sus conciudadanos y entonces sí que peligraría su propia subsistencia como eterno presidente de la nación que algún día compartió historia con Ucrania a través del medieval Rus de Kiev”.

Lo que nunca supuse y nadie llegó a preverlo (en realidad creo que ni siquiera el mismo Donald Trump de entonces lo sabía), es que en 2025 y en menos de un mes de su segundo mandato, el nuevamente elegido presidente de los Estados Unidos daría un golpe de mano en el tablero del despacho oval de la Casa Blanca que acabaría en un pispás con el orden internacional establecido desde el final de la II Guerra Mundial , asumiendo las tesis de Putin y, de facto, haciendo el papel de jefe de prensa del Kremlin.

¿Cómo llamar si no a alguien que llama a Zelensky «dictador» y le acusa de aprovecharse de Estados Unidos? ¿Qué esperar de un presidente que ha cambiado unilateralmente las reglas de juego internacionales anunciando de la noche a la mañana que no está dispuesto a seguir costeando más del 50% del gasto militar de la OTAN y dando un severo toque de atención a los países europeos miembros de la Alianza Atlántica? Con socios así , desde luego, a Europa no le hace falta buscar ya enemigos…

Pero las cosas son como son, y lo cierto es que con ese giro imprevisto para todos , Donald Trump ha puesto al descubierto a la UE que, en las últimas décadas no ha dejado de ser, sobre todo, una máquina burocrática infernal más preocupada por el bienestar de todos los estamentos de poder dependientes de Bruselas, y en intervenir en todos los sectores y ámbitos personales de los ciudadanos europeos que lo único que están provocando es su desafección creciente a la idea de una Europa unida más que a un club selecto de estados que se preocupan más por sus intereses mezquinos, en lugar de buscar todo aquello que pueda ayudar a cohesionar el continente y a que los ciudadanos europeos se sigan sintiendo orgullosos de serlo.

Que los 27 se pongan hoy de acuerdo en algo es empresa casi imposible en cualquier orden político o económico , y menos aún en lo referente a la defensa y la seguridad. No hay más que mirar el más que tibio resultado de la fracasada reciente cumbre oficiosa de líderes europeos en París convocada por Macron y en la que , entre otros, acudieron también Scholz o Sánchez, tres presidentes que no atraviesan precisamente su mejor época. La reunión estaba orientada a ver la fórmula de plegarse , de algún modo, a las condiciones impuestas por Washington a Europa si quiere participar en las conversaciones de paz para Ucrania (por el momento iniciadas sólo entre rusos y estadounidenses), y más en general , en la agenda diplomática, geoestratégica y comercial del Gran Hermano Americano.

No es esta la hora de reuniones de salón, de negociaciones oscuras y egoístas de los 27 estados miembros de la UE sino de poner las condiciones precisas para que Europa pueda defenderse cuanto antes y sin ayudas de terceros y, obviamente, para eso hay que asumir que habrá que renunciar a ciertas ventajas sociales y dedicar mucho más de un 3 por ciento de los presupuestos generales de los estados a políticas de defensa y seguridad. Eso de manera inmediata porque, en menos de un trienio habrá que multiplicar ese presupuesto por dos o por tres. ¿Habrá un solo gobierno de los 27 que piense antes en Europa que en sí mismo? Pues eso: a mi me parece lo mismo que a usted, y por eso hay que volver a gritarles a nuestros altos representantes ¡Europa, despierta!

José-Miguel Vila

Columnista y crítico teatral

Periodista desde hace más de 4 décadas, ensayista y crítico de Artes Escénicas, José-Miguel Vila ha trabajado en todas las áreas de la comunicación (prensa, agencias, radio, TV y direcciones de comunicación). Es autor de Con otra mirada (2003), Mujeres del mundo (2005), Prostitución: Vidas quebradas (2008), Dios, ahora (2010), Modas infames (2013), Ucrania frente a Putin (2015), Teatro a ciegas (2017), Cuarenta años de cultura en la España democrática 1977/2017 (2017), Del Rey abajo, cualquiera (2018), En primera fila (2020), Antología de soledades (2022), Putin contra Ucrania y Occidente (2022), Sanchismo, mentiras e ingeniería social (2022), y Territorios escénicos (2023)

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