La Semana Santa es recogimiento, reflexión, procesiones, viacrucis, dolor, entrega, traición, lealtad, final y principio; fe, pasión, muerte y Resurrección. El pueblo salvando al ladrón sedicioso mientras la autoridad se lavaba las manos, no sin antes humillar y azotar a un hombre bueno. Ya entonces se amnistiaba injustamente a delincuentes.
Para otros muchos, es simplemente mar, montaña, nieve, vacaciones, viajes, aeropuertos, maletas, estaciones, carreteras, trenes, escapadas…
Para mí, además, es familia, y, sobre todo, es mamá. Días de cocinar, de torrijas, de arroz con leche, de potaje, de bacalao con tomate, de pimientos asados, de ensaladilla rusa, de empanada, de risas, de “apúntate la receta que yo no voy a estar siempre"... de la casa oliendo a aceite caliente y una maravillosa y dulce mezcla de azúcar y canela.
No cambio nada por esas tardes en la cocina. Soy pegajosa, lo sé, pero necesito piel. No dejo de abrazarla, de besarla, de querer hacerme fotos con ella aunque se resista porque, pese a que es la más guapa del universo, dice “que no sale bien” ¡no se lo crean!
Tampoco cambio unas cervezas al sol en su compañía, porque lo de “ser cervecera” es de las mejores herencias que me va a dejar. Recordando mil veces las mismas cosas. Ella es la mejor quitando importancia y dándosela a las cosas que de verdad importan con sus palabras que acarician y sus silencios que abrazan el alma.
Hace unos meses no estaba claro que este año mamá hiciera torrijas y, sin embargo, las ha hecho, quizás por eso saben aún mejor. Mamá es fuerza, no se ha dejado vencer, aunque ganas le han dado en algún momento. Es ejemplo, es dulzura, comprensión, luz y por encima de todo es AMOR.
A veces, buscamos referentes lejos y puede que los tengamos al lado, como es en mi caso. No la elegí y por suerte me tocó. Una mujer que durante su vida ha superado lo que muchos ni tan siquiera hubieran soportado y que lo de tirar la toalla nunca ha ido con ella, con un valor añadido: es la que cocina más rico.
Gracias, mamá, solo decirte que esta Semana Santa tampoco he apuntado la receta porque no entra dentro de mis planes que no estés.