www.diariocritico.com

El velado suicidio político de Pedro Sánchez

viernes 14 de junio de 2024, 08:02h

Los enemigos políticos de Pedro Sánchez, sobre todo los partidos de la oposición, se confunden acerca de cuáles son las verdaderas debilidades del actual jefe de gobierno. Han hecho mal el FODA del personaje Sánchez. Muchos de ellos están convencidos de que la caída de Sánchez será producto de una sonada derrota electoral, cuando lo más probable es que suceda todo lo contrario: la derrota electoral sucederá después de su caída como personaje público aceptable.

En verdad, la razón de su evidente resistencia electoral, probada en las últimas elecciones europeas, no depende solo de sus habilidades políticas. Guarda relación directa con el problema electoral que enfrenta actualmente la derecha: el crecimiento del voto conservador se comparte con el incremento del voto hacia la extrema derecha. Lo que hace muy probable que el PP necesite de Vox para gobernar. Y eso atemoriza seriamente a una gran cantidad de gente que se inclina hacia opciones moderadas. Resulta una hipótesis creíble suponer que, si el PSOE actual se enfrentará a una única candidatura conservadora, como sucedió por ejemplo con Aznar, hace tiempo que Sánchez habría perdido las elecciones generales.

Dicho desde la perspectiva opuesta, es muy difícil que se produzca una derrota electoral abultada de Sánchez mientras siga creciendo el cauce electoral de Vox. Es muy probable que antes se produzca un deterioro de su figura política, por una combinación de factores internos, de su círculo próximo, y externos, referidos a entidades que le adversan.

Respecto de los factores más próximos, cobra importancia el caso de su esposa Begoña Gómez. Al margen de lo directamente judicial, una persona que trabaja en el mundo de los negocios empresariales, donde el tema de los contactos es clave, debería saber del riesgo que corre cuando su conyugue es presidente de gobierno. Lo aconsejable es que hiciera como hace mucha gente cuando existe algún tipo de incompatibilidad familiar: dejar de ejercer esa actividad durante un tiempo. Pero a la vista de los argumentos que emplea Sánchez en sus cartas, parece que lo impropio es acusar a Begoña Gómez precisamente porque es su familia. ¡Cómo se atreven!

En realidad, esa reacción es propia de quien se cree intocable, incluyendo a la esposa que ha actuado con tanta soltura. Parece que, al igual que existe la folie a deux, también existe la soberbia en pareja. El problema es que, conforme avanza el caso, queda más claro que los límites están demasiado borrosos. Hoy, los propios socios políticos de Sánchez señalan que, aunque no haya delito penal, el comportamiento de Begoña Gómez es impropio. Pero eso es criptonita pura para un personaje como Sánchez. Señalar que su esposa no actúa con mucha ética, tiene un efecto directo sobre la credibilidad de un presidente de gobierno que supuestamente quiere impulsar una regeneración democrática.

En cuanto a los factores externos, resulta muy relevante su progresivo enfrentamiento con el poder judicial. Parece que no ha medido bien la consistencia del espíritu corporativo de los jueces. Ya las referencias a la posibilidad de que estuviera dándose lowfare en el caso de su esposa en la primera de sus cartas, levantó ronchas entre las togas. Pero ha seguido lesionando el prestigio de la judicatura sin muchos miramientos. La última metida de pata ha consistido en la idea que soltó en la reciente entrevista en TVE de que el Consejo General del Poder Judicial dejará de nombrar a los jueces de los altos tribunales. La inmediata respuesta del CGPJ le ha obligado a recoger velas aparatosamente. Si ello se sitúa en un contexto en el que la casi totalidad de los jueces creen que la Ley de Amnistía es inconstitucional, puede verse el grave conflicto en que se encuentran las relaciones entre Pedro Sánchez y el poder judicial.

Ello no le afecta mucho de inmediato en términos electorales, pero va minando su imagen pública y su capital político. También en el entorno de la Unión Europea. Como anticipé, su resistencia electoral depende mucho más de la presencia de la extrema derecha. Para que se diera un brusco giro electoral, los electores moderados deberían tragarse primero el sapo de Vox o bien que esta fuerza política redujera drásticamente su relevancia en la escena nacional. Algo que no parece vaya a suceder pronto. Así que lo más probable es que se produzca antes un deterioro importante de la imagen pública de Sánchez, que vaya enviando progresivamente a la abstención a parte de su cauce electoral.

En todo caso, creo que la confusión se extiende también a la lectura sobre la supuesta diferencia de España respecto del cuadro resultante de las elecciones europeas. Dado que el avance de la extrema derecha no ha sido tan aparatoso como en Francia o Alemania, se piensa que Sánchez ha logrado levantar el muro del que hablaba frente a la extrema derecha, manteniendo la normalidad democrática. Lo cual no es exacto. Claro, se ha parapetado en un extremo para detener al otro. Pero el nivel de polarización no es menor que el existente en Francia o Alemania. Tiene lugar nuevamente el enfrentamiento entre las dos Españas y lo dramático es que tanto el PSOE como el PP necesitan de los extremos para poder gobernar. La crisis no se refiere únicamente al incremento de la extrema derecha sino al crecimiento del extremismo, tanto de izquierdas como de derechas, que fue lo que hundió las democracias de los años treinta del pasado siglo. En ese sentido, España no es tan diferente.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios