La suma de las derechas gana en Madrid. Almeida será alcalde y Ayuso, presidenta. Casado no se va. Sus apuestas personales han sido su salvavidas. Y no era fácil bailar en un alambre con desconocidos, se la jugó y “no le ha salido del todo mal”, en palabras del propio Almeida.
Los sondeos demoscópicos y a pie de urna han vuelto a errar (por poco) porque todo estaba en un pañuelo, pero el voto ciudadano es el que decide de verdad, el que consolida la democracia y el que manda. Ya no hay lugar a dudas, Ciudadanos crece y se convierte en clave y llave. Ahora serán gobierno en Madrid en coalición con el PP y Vox.
Carmena se marcha a casa ganando las elecciones en Madrid y deja un Más Madrid consolidado y diferenciado de Unidas Podemos y con Errejón irrumpiendo en la comunidad con mucha fuerza y destinado a capitanear el futuro del partido. Unidas Podemos tendrá que analizar su retroceso y valorar la estrategia en la Comunidad en general y en el Ayuntamiento madrileño en particular.
Si para algo ha servido el apoyo in extremis a Madrid en Pie de Sánchez Mato ha sido para cercenar la posibilidad de la izquierda de deshacer el empate técnico anunciado y poco más. El PSOE apuntaba maneras claras con Gabilondo, que consiguió ser la lista más votada, pero no tiró la apuesta personal de Pedro Sánchez con Pepu Hernández lo suficiente como para desequilibrar la balanza.
Los tronos en juego de Madrid se han repartido y ya solo falta ver cómo se ocupan y en qué condiciones. Asunto no menor por cierto en este nuevo juego del ‘bibloquismo’ que mató al bipartidismo, aunque se parezca mucho.