La situación en la Comunidad de Madrid es grave, es gravísima la cifra en palabras de los propios comparecientes en la rueda de prensa de la Puerta del Sol. La pandemia sigue creciendo.
La posibilidad de efectuar ese millón de test, aunque la población afectada en este momento por las restricciones sea de 857.000 personas, es fundamental. Pero tan importante será conocer esos resultados como poder ejecutar el obligado rastreo de esas posibles infecciones que pueden ayudar a que la pandemia continúe extendiéndose. Pocos rastreadores aún en la Comunidad de Madrid.
Pese a los esfuerzos del consejero de Sanidad por intentar hacer ver que podemos llegar a octubre o incluso a finales de este mes de septiembre con algo más de 1.000, nos seguirían faltando 500. Esos 500 rastreadores suponen un grado de infección por cada uno de esos test que puedan ser positivos tan altamente importante que se hace imprescindible acelerar ese rastreo.
Ignacio Aguado lo dijo claro: "ustedes, los ciudadanos", una vez más apelando a la posibilidad de que seamos nosotros quienes decidamos qué hacer, podemos "elegir entre virus o vacuna".
Aguado, Ayuso, Escudero, Sánchez... saben que los ciudadanos nos inclinaríamos por la vacuna. Pero no es fácil que tengamos esa vacuna pese a las fechas que se dejan entrever en todas y cada una de las declaraciones que llegan desde el Ministerio de Sanidad. La vacuna tardará. El virus no espera.
Las posibilidades de contagio en una comunidad como la nuestra se pueden, efectivamente, reducir de manera sensible si se aplican las restricciones anunciadas. Esas restricciones sin que se produzcan paralelamente medidas sanitarias, también sociales, de rastreo urgente, de actuación de la Unidad Militar de Emergencia (UME), a la que tampoco se ha hecho ninguna referencia, podrían ser fundamentales.
Decíamos mucho test para poco rastreador y amplificamos. Hay que insistir en la idea de testar y rastrear. Madrid, en efecto, es el epicentro de este país. Lo sabemos, está claro: aeropuertos, AVE, carreteras, kilómetro 0.
Actuar unidos no depende solo de la reunión del lunes con el presidente del Gobierno y la presidenta de la Comunidad de Madrid acompañados de sus respectivos equipos. Es cierto que también depende de la responsabilidad ciudadana, pero no lo es menos que son ellos quienes han de marcar esas directrices poniendo a disposición de todos y cada uno de los ciudadanos una Atención Primaria digna y efectiva, un número de rastreadores lo suficientemente importante como dictan todos los consejos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y también de la Comisión Europea para estar en torno a esos 1.500 ue ayudarán a hacer un seguimiento efectivo de los contagios en una comunidad como la nuestra.
Estamos ante un, permítanme, "mini estado de alerta" encubierto. Y eso no es malo pero es lo suficientemente importante como para que las alarmas continúen encendidas. Madrid, rompeolas de todas las Españas, merece una atención especial y directa al margen de los colores políticos para evitar que todas aquellas zonas de influencia se vean también afectadas.