La vuelta al cole político viene movida en Madrid, con la mirada apuntando a las elecciones del 2023. Falta mucho, es cierto, veinte meses, pero a los partidos les queda mucho por hacer si quieren progresar adecuadamente. En el PSOE los escarceos previos a las primarias son un ejemplo evidente con Juan Lobato y Javier Ayala, alcalde de Fuenlabrada, abriendo pista. Al baile se suma Mar Espinar, tras el cantado abandono de Pepu Hernández, que podría aspirar a ser aspirante a la Alcaldía, recursos atesora y conocimiento del medio.
En Mas Madrid, consolidada Mónica García en la Asamblea como portavoz de la oposición tras el sorpaso al PSOE el foco se centra en Cibeles. Rita Maestre tiene el enemigo en casa, lo sabe y habrá de sortear toda la legislatura los escarceos del nonato Grupo Mixto de los cuatro carmenistas que no parece tarea fácil. El Pleno de movilidad del próximo día 10 será clave y veremos también como respira VOX ante esta situación que nada gusta a Ortega Smith.
En el PP tranquilidad transitoria con escarceos para minar la popularidad contenida del Alcalde Almeida y movimientos de calado para garantizar el control del PP a través de la elección de Díaz Ayuso como faro presidencial del PP presente y futuro. Ni hablar de candidatos porque nada mejor que lo presente se otea a corto plazo. En el ínterin Podemos en la asamblea busca hueco a duras penas. Y así solo Ciudadanos puede sorprendernos en las próximas semanas con Begoña Villacís pilotando y diseñando una estrategia oculta que no tardará en ver la luz. La Vicealcaldesa no descansa y Almeida lo sabe.