Primer día de clase y la presidenta Ayuso encara el nuevo año como dejó el anterior. En el foro del desayuno no cabía un alfiler. La primera foto de la unidad 2022 incorpora a Teodoro García Egea en lugar de Pablo Casado aún en cuarentena por el Covid. Pero Egea era el más interesado en salir en esta foto en la que no se ha movido nadie de donde estaba previsto. Entretanto ni Ayuso le desbloquea del WSP ni el Congreso popular madrileño tiene fecha, alargando un desencuentro que nunca debió producirse.
Ayuso sigue ganando adeptos entre los barones autonómicos. Hoy turno para Fernández Mañueco, no en vano la cita electoral en Castilla León está a la vuelta de la esquina y el candidato a revalidar la presidencia -ya sin Ciudadanos de aliado- se declara “fan” incondicional de Ayuso y sus políticas madrileñas, calificándola de modelo de éxito y confesando que el hará lo mismo en su Comunidad autónoma.
La presidenta suma y sigue. No le gusta que el Presidente Sánchez hable de la pobreza que ve muy acentuada en las calles de Madrid. Y zas, primer cuerpo a cuerpo del año. Sin tregua alguna. Es su adversario favorito. Le espeta que estará confundiéndose con ciudades cubanas y que Madrid no parece la comunidad más pobre de España.
Arropada por los suyos, los locales y los de la ejecutiva de Génova reitera una y otra vez el mismo mantra: “Madrid tiene un gran futuro por delante, pero despegará sin límites cuando Pablo Casado sea presidente del Gobierno”. Con la llegada del nuevo año, diríase que todo ha cambiado para que todo siga igual.