La artista conquense María del Carmen Martínez-Villaseñor Barrasa era conocida por todos como Mari Carmen y sus muñecos. Ha fallecido a la edad de 80 años. Estrella de la única televisión que hubo en España hasta 1990, su popularidad comenzó a gestarse en 1967 con las primeras actuaciones en los programas de entretenimiento.
La ventrílocua se hizo imprescindible en ellos y recorrió España reclamada por todas las fiestas patronales. Tuvo cuatro criaturas entrañables que se hicieron tan populares como ella: Doña Rogelia, Deysi, Rodolfo el león y el pato Nicol. En sus bocas ponía la artista diálogos deslenguados, protagonizados, sobre todo, por Nicol y la niña Deysi. Pero, quizá, la que más simpatías despertaba era doña Rogelia, una anciana sin pelos en la lengua capaz de decir las mayores burradas. En sus primeros años el delicado león Rodolfo era el que menos protagonismo tenía y solía ser objeto de burla de sus compañeros.
Era casi inconcebible ver a Mari Carmen sin el apéndice de alguno de sus muñecos. Ellos tenían un gran protagonismo en las entrevistas, poniendo a prueba la capacidad de improvisación de la artista. Solo a partir de una época tuvo competencia en su género con José Luis Moreno.
Tuvo la habilidad de no molestar a nadie y divertir a casi todos. Doña Rogelia pasó a ser una estrella más del panorama artístico español y nos hizo creer durante décadas que estaba muy viva.
La aparición de los canales privados, la desaparición de la censura y el cambio en los formatos de los programas de variedades, provocó que Mari Carmen fuera perdiendo protagonismo. También acabó por desaparecer el mundo de las salas de fiestas, en las que revalidaron sus éxitos quienes triunfaban en la pequeña pantalla. Una de sus últimas apariciones televisivas que en la serie de su competidor, Moreno: La que se avecina. Fue la artista invitada en una de las disparatadas tramas, actuando en el bar de la comunidad, donde acababa sepultada por una avalancha de espuma. Mari Carmen volvió a brillar y, posiblemente, muchos de los jóvenes espectadores de la ficción televisiva, descubrieron a una gran artista del pasado reciente.
Se había retirado a vivir al Puerto de la Cruz pero en entrevistas recientes manifestaba que seguía en activo, que quería trabajar. Pero hoy sus muñecos se han quedado huérfanos y ya no saldrán de las maletas donde los transportaba con gran cuidado. Una desgraciada caída ha acabado con la vida de la artista.