Cambios, mini revolución, giro radical, nuevo planteamiento son titulares que acompañados por alguna que otra imagen bien escogida de Carlo Ancelotti pide la llamada prensa madridista en el último mes. De verdad, que no alcanzo a dar crédito a lo que está ocurriendo en este arranque de año futbolístico. Apenas hemos dejado atrás la mitad de septiembre y no es que la paciencia se acabe, sino que aún con un arranque, digamos satisfactorio, con un título y sin perder en los siete primeros partidos, con cinco ganados y dos empatados, parece que algunos quieren instaurar la crisis en los cimientos del Santiago Bernabéu.
En esta España donde todo se polariza y cualquier mentira puede convertirse en verdad, los inventores de la bufanda para juzgar, dicho de otra manera la actual prensa deportiva en nuestro país, no iba a ser menos. Y el entorno del Real Madrid es el escenario ideal para esta polarización. Es verdad que el Barcelona de Hansi Flick ha comenzado de una manera inesperada, contando sus apariciones en Liga por victorias. Tanto es así que el optimismo viste de blaugrana. Sin ir más lejos a horas de su arranque en Champions, se vende que el alemán es el técnico con mejor porcentaje en Liga de Campeones, con 16 victorias en 18 partidos. Mientras que en la previa del Real Madrid frente al Stuttgart el equipo blanco tenía que evitar un mal comienzo en una competición que apenas ha ganado 15 veces. ¿A quién buscan engañar?
No sé si esperaban que la llegada de Mbappé significara una goleada en cada partido o que los rivales iban a sacarle la bandera blanca a los veinte minutos de cada partido. No entiendo lo que podrían esperar de este inicio de temporada. Hay que recordar que estamos en septiembre. Que el único título que se ha jugado ya está en la vitrinas del Real Madrid. Que Mbappe ha marcado en su primera final y que ha tenido un, digamos, arranque goleador satisfactorio, aunque de juego era de esperar un poco más. Que Vinicius, aunque les duela a muchos, va a recoger en los próximos días su primer Balón de Oro. Que Endrick marca cada vez que tiene ocasión. Que Bellingham recordó su mejor versión en su vuelta a la Champions, lo mismo que Courtouis o que Arda Güller da pinceladas de genio cada vez que tiene continuidad.
Por todo ello, la pregunta no sería cúal es la revolución, el cambio o el giro radical, sino por qué llega esta a plantearse entre la prensa deportiva dichos titulares. Está bien la exigencia. Incluso aplicar la parábola de los talentos cuando se habla del Real Madrid, pero generar una polémica intencionada me parece ridículo. Y desde luego deja en muy mal lugar a la prensa deportiva. No todo vale para vender.