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Cómo no te voy a querer

domingo 02 de junio de 2024, 10:53h

El madridismo sonríe. Vive su mejor momento. Y ansía continuarlo. Hoy por hoy ser del Real Madrid es casi una obligación si quieres la felicidad. Los 51 títulos entre Liga (36) y Champions (15) son la evidencia de que hablamos del mejor equipo del mundo. ¿Y seguirá siéndolo?

El fútbol ya ha demostrado un sinfín de ocasiones que es un deporte impredecible. Sin embargo, ahora mismo, nadie dudaría que todo parece predispuesto para alargar el dominio del Real Madrid en los próximos años. Solo así se explica la cara de Ceferin durante su salida al campo de Wembley cuando el madridismo le regaló la única pitada de la noche londinense. Aquello de que va siendo hora de recordar a la UEFA quién es el Real Madrid toma cuerpo.

Es indudable que la última Champions con el actual formato ha sido la demostración de que el Real Madrid le ha tomado la medida a esta competición. Seis títulos en las últimas once temporadas es una demostración palpable de superioridad que corona al Real Madrid como el indiscutible mejor equipo de Europa. En el viejo continente no existe antimadridismo, solo hay admiración y respeto. Incluso en España, aquellos que manejan la envidia como argumento, callan el día después porque no solo están dolidos por lo pasado, sino temerosos por lo que pueda ocurrir.

Al Real Madrid se le abren ahora tres frentes. Por un lado, la llegada de Mbappé les hará más temibles en lo deportivo, pero eso no es una ciencia exacta. En el fútbol, como en la vida, cuando no hay nubes en el horizonte lo mejor es aprovecharlo porque siempre aparecen. El pasado ha mostrado en muchas la teoría de los vasos comunicantes entre Real Madrid y Barcelona. No al mismo nivel, porque no hay comparación entre la continuidad de los éxitos de uno y otro, pero sí la rivalidad alimenta el Relato. Por mucho que ahora parezca que la comparación va a seguir siendo desigual, la exigencia del Real Madrid le obliga a seguir siendo el mejor equipo del mundo también en la competición doméstica.

El segundo frente es crecer en lo económico ante el desafío de los llamados clubes-Estado. Es indudable que en Europa equipos como el City, United o PSG redoblarán los esfuerzos para competir contra el Real Madrid. Con el nuevo estadio Santiago Bernabéu ya acabado parece también una fuente de ingresos suficiente como para que en los últimos días la envidia patria haya hecho mucho ‘Ruido’. Anécdota que no ha ocultado una realidad, el Real Madrid parece tener garantizada la cuenta económica para poder hacer frente al ‘dinero-Estado’.

El tercer desafío del Real Madrid está en los despachos. Vuelvo a la cara de Ceferin y a la sonrisa dibujada por Florentino Pérez, al que toda Europa vio en el atril de Wembley. El presidente del Real Madrid ya no es aquel devorado por el éxito en la última etapa del Madrid de los Galácticos. Tanto ha aprendido que ayer ni habló de Mbappé. No tocaba. Lo importante era otra cosa. Demostrar al mundo su presencia como contrapeso de Ceferin. Porque igual que Santiago Bernabéu, junto a 'L' Équipe', fundó la Copa de Europa de Clubes, Florentino Pérez quiere pasar a la historia como el principal impulsor de la Superliga. Y lo hará, aunque tenga un coste. La UEFA no puede prescindir del Real Madrid y el fútbol europeo, tampoco.

Alberto Martín

Periodista

Alberto Martín tiene una dilatada experiencia en el campo de la información, trabajando en medios de comunicación desde los años 1990 y llegando a dirigir medios como Libredirecto.com o siendo el delegado del periódico Gol en Madrid durante los años 2000. Experto en deportes y particularmente en turf

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