Las persistentes dudas sobre el ritmo de crecimiento mundial pesaron ayer como una losa en los mercados. El ambiente es difícil y el flujo de noticias no mejora. Decepcionan los datos en China, en Estados Unidos y en Europa. Ayer, el índice Sentix mostraba que la confianza en la zona euro se deterioró más de lo previsto en febrero, ya que las preocupaciones sobre la economía mundial llevaron a los inversores a reducir las expectativas al nivel más bajo desde noviembre de 2014, a 1,5 frente a la lectura de 6,3 de enero. La valoración de los inversores de la situación actual también empeoró por tercer mes consecutivo, situándose en el 10,5 desde el 13,0. Por su parte, en EE.UU una tasa de desempleo más baja en enero y una subida de los salarios sugiere que la economía estadounidense está mostrando cierta resistencia a la desaceleración global. Sin embargo, unas condiciones crediticias más duras y menores contrataciones están reduciendo las probabilidades de una nueva subida de tipos de interés por parte de la Fed a corto plazo. De hecho, se empieza a plantear que la Fed podría haberse equivocado en su perspectiva del ciclo empresarial, ya que la demanda de préstamos comerciales por parte de las empresas cayó en el cuarto trimestre por primera vez desde 2012.