Pocas novedades en el segundo día de comparecencia de la presidenta de la Fed ante los legisladores norteamericanos. En su presentación de ayer ante el Comité de Servicios Financieros del Senado señalaba que no creía que las condiciones económicas de Estados Unidos se hayan deteriorado lo suficiente como para considerar un recorte de tipos de interés en la próxima reunión del mes de marzo. La presidenta recordó que la política monetaria no tiene un curso prefijado, y las decisiones se toman en función de la percepción de los riesgos y los objetivos. Nuevamente hizo mención al descenso de los precios energéticos y a la fortaleza del dólar como factores que están presionando a la baja la inflación, que permanece por debajo del objetivo del 2% fijado por la Fed. A preguntas de los legisladores sobre la posibilidad de que los tipos de interés puedan situarse en terreno negativo, señaló que “no lo descartaría, pero que tienen que seguir trabajando para determinar si son efectivas”. El debate sobre la efectividad de los tipos de interés negativos está quizás ahora más vigente que nunca ya que son varios los bancos centrales, entre ellos el BCE y el BoJ, los que han llevado los tipos de interés a negativo. Ayer el Banco Central de Suecia anunciaba una nueva bajada de 15 pb en sus tipos de interés de referencia hasta situarlos en niveles del -0,50%, a la vez que señalaba que estaba preparado para nuevos ajustes. La decisión responde a la previsión de un descenso de la inflación, actualmente en el 0,1% interanual, en 2016.