La actividad manufacturera a nivel global continúa débil. Es lo que se desprende del índice PMI del mes de enero. La actividad se aceleró ligeramente pero sigue mostrando debilidad debido a que un crecimiento más rápido en los mercados desarrollados no ha compensado una contracción en las economías emergentes. El Índice global de enero ha sido 50,9, casi igual que la medición de 50,7 en diciembre. China nuevamente ha decepcionado, con un índice que ha caído a mínimos desde mediados del 2012. La debilidad también fue la característica en referentes tecnológicos como Corea del Sur o Taiwán. En Japón, los datos son algo mejores. Su indicador fabril apenas retrocedió a 52,3 en enero gracias a que las exportaciones crecieron por un yen más débil, lo que da una pista más acerca de la reciente decisión del banco central de adoptar tipos de interés negativos. También India registró un inesperado regreso al crecimiento y su PMI aumentó a máximos de cuatro meses tras haber tocado en diciembre su mínimo en más de 2 años. Mientras tanto, en Europa el crecimiento del sector manufacturero en la zona euro se ha ralentizado, debido a que los nuevos pedidos no lograron ningún avance significativo pese a que las empresas aplicaron los mayores recortes de precios en un año. También en Estados Unidos, aunque la actividad manufacturera aumentó 0,2 puntos porcentuales según el índice ISM, por cuarto mes consecutivo continúa por debajo de 50. A diferencia de Japón, las fábricas se enfrentan a un dólar fuerte, y los bajos precios del petróleo fuerzan a las empresas energéticas a recortar gastos.