El repunte en el precio del petróleo y la cuestión de la permanencia del Reino Unido en la UE marcaron ayer el ritmo en los mercados. A la subida del precio del crudo contribuyó la Agencia Internacional de Energía al anunciar que espera que la producción de esquisto de Estados Unidos caiga este año y el próximo, reduciendo con ello la excesiva oferta que ha llevado los precios a mínimos en más de una década. Por otro lado, en Reino Unido, las divisiones dentro del propio partido del Primer Ministro están generando una incertidumbre y tensión que se está reflejando en la caída de la libra esterlina. Con todas las miradas puestas en el petróleo y en el “Brexit”, los datos publicados, aun siendo de interés, pasaron de puntillas en los mercados. La actividad empresarial privada de la zona euro creció en febrero a su ritmo más débil en más de un año, un dato mucho peor de lo esperado, después de una desaceleración de los negocios en Alemania y una contracción en Francia. El índice PMI compuesto adelantado de la zona euro, calculado a través de miles de encuestas a empresas y considerado una guía sobre el crecimiento futuro, cayó a su nivel más bajo en 13 meses, a 52,7, desde 53,6 en enero. Y ello, pese a que el sondeo mostró evidencias de que mayores recortes en los precios. Detrás de esta caída, la desaceleración por segundo mes consecutivo del crecimiento en el sector privado alemán que está sufriendo la presión del menor crecimiento en los mercados emergentes.