La Comisión Europea rebajó ayer en una décima sus previsiones de crecimiento para la UE y la eurozona para 2016. Las nuevas previsiones apuntan a que el crecimiento del PIB para la UE se situará en el 1,9 % y en un 1,7 % para la eurozona. La CE justifica este ajuste ante unos riesgos externos “más pronunciados”. Para el 2017 también revisó a la baja en una décima la estimación de crecimiento de la UE hasta el 2,0% y mantiene sin cambios el de la eurozona en el 1,9%. En el informe la CE señala que la economía global está haciendo frente a “importantes desafíos” como la desaceleración económica de China y de otros mercados emergentes, así como un menor volumen en el comercio internacional y un aumento de las incertidumbres geopolíticas. Este entorno, apunta, supone un aumento de los riesgos para el crecimiento de las economías europeas. La CE predice una “modesta mejora” en el mercado laboral europeo. En cuanto a la inflación las previsiones son de que en 2016 se situará en el 0,5% y que en 2017 pueda subir hasta el 1,5%. Con respecto a España estima que la economía española moderará su ritmo de crecimiento hasta el 2,8% en 2016 y que en 2017 el PIB será del 2,5%. Mejora en una décima la tasa de desempleo, hasta el 20,4% para este año y al 18,9% en 2017. Por el contrario apunta que no cumplirá con los objetivos de déficit estima una desviación de seis décimas en 2015 (4,8%), ocho décimas en 2016 (3,6%) y 1,2 puntos en 2017 (2,6%).