Los investigadores de este grupo lo tienen claro, de ahí que hayan declarado que su trabajo "aporta resultados relevantes en la extracción de aceites con disolventes no tóxicos, utilizando técnicas de extracción que pueden ser escalables para la producción industrial".
Con este invento, en el que se sigue trabajando por parte de este grupo, se evita el principal problema de los métodos tradicionales de extracción de aceite. Que no es otro que la implicación de grandes cantidades de disolventes tóxicos, además de largos tiempos de extracción. Por lo que es necesario, siempre según madri+d, el desarrollo de técnicas alternativas con disolventes más beneficiosos para el medio ambiente.
Las evaluaciones se hicieron con materias primas como las semillas de chía, una rica fuente de omega-3 que ha despertado gran interés en los últimos años, y el Echium, una fuente vegetal con una composición especial por su alto contenido en ácido estearidónico, un beneficioso ácido graso poliinsaturado habitual en aceites de origen marino.
De acuerdo con el trabajo, estas materias primas sirven como modelos de nuevas fuentes de aceites vegetales, y ya se están llevando a cabo extracciones con otras semillas oleaginosas novedosas. De modo que tras esta investigación, se acercan mejores tiempos para lel uso de disolventes verdes. Porque se espera que permitan cumplir los recientes objetivos de la industria alimentaria basados en la química verde, cuyo principal propósito es reducir el impacto medioambiental ocasionado por el empleo de disolventes orgánicos.