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Sí. Es septiembre. Todos los años tienen un mes de septiembre. Y algunos parece que hasta dos o tres. Pero ya llegó: el mes nueve, del año ocho. Y mientras estamos a verlas venir con la ‘Vuelta al Cole’ o los propósitos de nueva temporada –adelgazar, apuntarse al gimnasio y aprender inglés; esos grandes clásicos– se nos cuelan en la agenda de este mes dos noticias con la máxima tensión informativa: los congresos regionales de los dos grandes partidos de esta región, que no son otros que el PP y el PSOE.

Obviamente lo de tensión es pura ironía. “Emoción, intriga y dolor de barriga” que decíamos de pequeños ante los dos espectáculos apasionantes que se nos avecinan el primer y el tercer fin de semana de este mes que arranca ya y que tanto se parece a enero aunque con menos frío y sin Día de Reyes. Emoción a raudales para ver si gana Tomás o si gana Gómez en el cónclave de los socialistas madrileños.

No descarten alguna sorpresa y lo mismo gana el alcalde de Parla – licencia irónica nuevamente-. Intriga sin fin para ver si gana Aguirre o Esperanza en el suyo. Uf! No voy a poder con tanta tensión. Y el dolor de barriga, el que nos puede producir a todos la ausencia de debate, las ideas planas, el ‘todos a una’ y el nulo interés rayando el bostezo que pueden despertar, es un decir, dos congresos en los que ya sabemos el resultado de antemano.

Luego a los políticos les indigna que digamos aquello de “congresos a la búlgara” cuando veamos los resultados con el 110% de los votos y cosas así. Pero ya quisieran los búlgaros: ellos no podían presentar más listas. Aquí sí que se puede, y no se hace, que es mucho peor. Y no será por falta de rivales: los conocemos todos tanto para Gómez como para Aguirre. Pero o no se atreven o no se animan.

Tampoco se trata de buscar candidatos a zapatillazos ya que presentarse ante uno –Gómez–  u otra –Aguirre– es como hacerse un harakiri político, no nos vamos a engañar. Pero quizá uno es romántico por naturaleza y siempre espera que algún insensato dé el paso al frente por aquello de ponerle un poquillo de guindilla a los siempre aburridos congresos.

En fin: aquí no hay más insensatos que los de Madridiario con Constantino Mediavilla como insensato mayor: han creído que aquí el menda puede aportar algo al panorama informativo regional desde esta atalaya privilegiada. Lo agradezco y espero estar a la altura. Nos vemos dos veces por semana. Prometo ser irreverente hasta la nausea, con perdón.