Espinosa ha asegurado que su departamento rechaza la parte de la reforma, al igual que el Gobierno regional, que pretende adaptar la demanda a la oferta existente, y que tiene como eje principal el arranque de 400.000 hectáreas "porque no es un instrumento para solucionar la situación en la que nos encontramos".
No obstante, se mostró a favor del arranque voluntario, siempre y cuando los estados miembro y de las comunidades autónomas marquen las pautas de arranque, "para los casos excepcionales que quieran abandonar al actividad".
La ministra lanzó un mensaje de tranquilidad recordando que no habrá comunicación oficial por parte de la Comisión hasta junio o julio del 2007, y por tanto "todos venimos hablando en base a un estudio sobre el futuro del vino", y todavía tenemos tiempo para trabajar, y conseguir que Bruselas reconozca las peticiones de España.
A pesar de ello la ministra reconoció que la otra vertiente del documento que ha presentado la Comisión Europea relacionada con las nuevas prácticas enológicas, es "positiva" ya que que "pretende poner a nuestros vinos en las mismas condiciones que los que se fabrican en países emergentes".
Dentro de la reforma, continuó, no solo importa el vino sino otros productos vitivinícolas, como el mosto, o alcoholes para uso de boca, muy importantes para España y Castilla-La Mancha, que sirven de base para que otros países elaboren brandis o licores.
Preguntada sobre la reforma de la OCM de frutas y hortalizas, la ministra de Agricultura y Pesca manifestó que se anticipará a la del vino y que esta más ajustado a las demandas españolas tanto en la parte de frescos como de hortalizas, pues recoge la simplificación de la normativa, el aprovechamiento de recursos, y la potenciación de las organizaciones de productores.
"Pero en la parte de transformado habrá que trabajar un poco más en lo relacionado con los cítricos", reconoció la máxima responsable de Agricultura.