El secretario general de la Mesa del Turismo, Félix Arévalo, ha apuntado que, en lo que se refiere a turismo exterior, se esperan datos parecidos a los registrados en el verano de 2007, si bien "es probable" que se produzca "cierta disminución en el gasto de estos turistas y en el número de pernoctaciones".
La coyuntura económica actual "es una situación compleja y difícil", y se estima que los principales problemas de demanda se den entre el turismo de la eurozona y "entre el español, que está apretándose un poco el cinturón, tanto en salidas al exterior, como en los movimientos interiores".
Los turistas nacionales representan cerca del 50% del turismo en España, y pese a la crisis, "el ciudadano medio considera las vacaciones ya un derecho 'casi' constitucional" y no renuncia a unos días de descanso fuera de casa, aunque ahora tenga que elegir "sitios donde le resulte más económico viajar". En definitiva una vuelta "a las raíces" con el fin de "evitar y reducir gastos", explicó.
El turismo nacional se divide casi a partes iguales entre los que eligen como destino vacacional las costas del mar Mediterráneo y archipiélagos, y los que optan por la tradicional casa en el pueblo. El 15% restante de desplazamientos por España se concentran en zonas de playa del Cantábrico y el Atlántico, según Arévalo.
Desde la Mesa del Turismo piensan que el verdadero problema de la crisis lo están padeciendo las empresas turísticas que "están trabajando con unos escasísimos margenes de rentabilidad" al no poder "permitirse el lujo de añadir el IPC a sus precios normales".