Adif ha adjudicado el contrato de consultoría y asistencia para la inspección de los edificios próximos a las obras de ejecución del túnel de alta velocidad entre las estaciones de Atocha y Chamartín.
Las tareas de inspección, que han sido adjudicadas por importe de 1.280.953,06 euros, tienen por finalidad obtener la mayor información posible y ejecutar las obras, que fueron licitadas el pasado mes de junio, sin afección a las edificaciones del entorno.
El ámbito de actuación de estos trabajos comprende, al menos, los edificios situados a ambos lados del corredor por el que discurrirá el túnel, con una longitud de 7,3 kilómetros, de los que 6,9 discurrirán soterrados. El trazado se inicia en Méndez Álvaro y posteriormente atraviesa la glorieta del Emperador Carlos V, alcanzando el eje de la calle de Alfonso XII.
El túnel se mantiene centrado bajo este vial y la calle Serrano hasta la plaza de la República Argentina, donde se pierden las alineaciones referentes del viario norte-sur, y donde el trazado se ajusta al planeamiento urbanístico vigente que prevé un nuevo vial entre la calle de Francisco Suárez y la calle Mateo Inurria. Finalmente se alcanza la cabecera sur de la estación de Chamartín.
Con carácter previo a las inspecciones es necesario obtener la máxima información posible sobre los edificios en estudio, con el fin de optimizar el conocimiento de los mismos, para conseguir una total fiabilidad en las conclusiones que se deriven de los aspectos observados. Para ello se realizará una búsqueda de documentación en los servicios correspondientes del Ayuntamiento de Madrid, la Consejería de Vivienda de la Comunidad de Madrid y el Colegio de Arquitectos sobre la configuración estructural y distribución de tabiquería de los edificios.
Plan de inspección
Las inspecciones de todos los edificios se plantearán en dos fases: la primera, relacionada con las fachadas y zonas comunes de todos los edificios (635 en total), realizándose una primera evaluación de los edificios en estudio en función de su estado y tipología estructural, teniendo en cuenta las características del terreno. Con arreglo a esta evaluación se prepara un plan de inspección de las dependencias privativas (viviendas y locales), decidiéndose el porcentaje de las mismas a inspeccionar.
En segundo lugar, la inspección de un porcentaje sobre el total de dependencias privativas (viviendas, locales, etcétera), siempre con el consentimiento del propietario, habiéndose estimado una cantidad de 2.250 unidades (25 por ciento del total). El objeto de esta segunda fase es completar la información de cada edificio obtenida en la inspección preliminar (primera fase).
El número indicado de edificios y viviendas a inspeccionar es aproximado, pudiendo variar durante el desarrollo de los trabajos, y todas las inspecciones se realizarán con carácter previo a las obras planteadas en el tramo. Entre los edificios que está previsto inspeccionar se encuentran diversas edificaciones singulares y monumentos, como la Puerta de Alcalá, el Casón del Buen Retiro o el Museo Arqueológico, entre otros.
Terminadas estas actuaciones se procederá a la redacción del informe final de resultados, con la clasificación definitiva de los diferentes edificios. Las conclusiones que se obtengan en este informe se pondrán a disposición del personal que ejecuta las obras para tener en cuenta las singularidades de cada edificio. De este modo, se podrá establecer un plan de auscultación acorde a lo observado y poner en marcha las medidas de seguridad necesarias para ejecutar las obras con la máxima calidad y seguridad, sin afección a las edificaciones del entorno.