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El Ayuntamiento retira 1.196 productos peligrosos para los consumidores

martes 05 de agosto de 2008, 14:46h
El Ayuntamiento de Madrid retiró de la venta en el primer semestre de este año 1.196 productos de diversa naturaleza que resultaban peligrosos  para los consumidores madrileños. En la mercancía retirada había fósforos (597), material eléctrico (324), bolitas expandibles (111), artículos de puericultura (70), luminarias (28), juguetes (18), cosméticos (doce), elementos decorativos (once) y productos textiles (cuatro).
La campaña de Seguridad de los Productos 2008 se desarrolla durante todo el año y su objetivo es velar por la salud y seguridad de los madrileños a la hora de adquirir productos de uso común, ordinario y generalizado.

Hasta la fecha, se han realizado 497 inspecciones para la búsqueda de productos que previamente hayan sido calificados como peligrosos para el consumo y que estén incluidos en “Red de Alerta”.

En esas mismas actuaciones, se han detectado otros artículos, no incluidos en red de alerta pero que presentan indicios racionales de riesgo para la salud y seguridad de las personas, por lo que han sido inmovilizados y se han tomado muestras para proceder a su análisis. Las muestras tomadas han sido quince: doce son de artículos decorativos, uno de puericultura, un juguete y un dentífrico.

Principales riesgos
En el caso de los artículos decorativos y cosméticos, el riesgo más significativo que ha motivado su inclusión en el sistema de Red de Alerta es la toxicidad por ingestión, ya que los artículos retirados han sido velas decorativas y jabones que podían confundirse con alimentos por su apariencia externa, incitando sobre todo a los niños a ingerirlos.

En cuanto a los juguetes y artículos textiles, el riesgo detectado ha sido de asfixia, ya que de ellos se podían desprender piezas pequeñas que fácilmente podían tragarse los niños. Los artículos de puericultura retirados, por su parte, podían causar lesiones y asfixia.

En lo referente al material eléctrico y las luminarias, los principales riesgos son por choque eléctrico o las quemaduras debidas a un sobrecalentamiento. Además, los fósforos retirados podían causar incendios.

Las bolitas expandibles son las que se utilizan para retener agua que luego se libera lentamente en las plantas de los hogares. Un uso inadecuado de este producto, que inicialmente está destinado a regar las plantas pero que, sin embargo, utilizan los niños como si fueran canicas, puede causar asfixia y atragantamiento en caso de ingestión, ya que de un tamaño inicial pequeño aumentan hasta 200 veces su tamaño. Su ingestión y posterior expansión en el aparato digestivo puede provocar la obturación del mismo.

Otros productos retirados han sido varios antideslizantes invisibles para la limpieza del hogar que podían resultar tóxicos por absorción y también varios artículos de disfraces que no cumplían las características de seguridad al ser fácilmente inflamables.

Etiquetado
La principal obligación que tienen los comerciantes es la de vender productos seguros que no pongan en peligro la salud y la integridad física de las personas. Para que un artículo se considere seguro es necesario que lleve etiquetado.

En general, y salvo normas específicas para productos determinados, el etiquetado ha de contener en castellano los datos del fabricante o importador; el nombre o la denominación del producto, salvo que éste se identifique claramente; la composición, cuando su utilización dependa de los materiales de fabricación; el plazo recomendado para su uso y si con el tiempo pierde alguna cualidad.

También deben aparecer las características esenciales, instrucciones, advertencias y recomendaciones sobre instalación, uso, mantenimiento, manejo, peligrosidad o seguridad del producto cuando dicha información sea necesaria para el uso correcto y seguro. Si se trata de productos que funcionan con energía eléctrica, además, figurará la potencia máxima, la tensión de alimentación y el consumo energético.

En el caso de los juguetes, hay que comprobar que sobre el artículo o su envase aparece el marcado CE, que indica que cumple con las normas de seguridad establecidas. Además ha de llevar los datos del fabricante o importador del producto y las advertencias o indicaciones de uso y manejo según la naturaleza del juguete.

Cuando se adquieren productos que contengan sustancias o preparados peligrosos (amoniaco, lejía, alcohol, disolvente, pintura, barnices, pegamentos), hay que comprobar que en su etiquetado se indican, al menos, los datos del responsable del producto, las sustancias químicas que contiene, los símbolos e indicaciones de peligro y los consejos e instrucciones de utilización. Si no es así, hay que rechazarlo.
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