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La intrincada historia del ex fiscal militar Podlech

La intrincada historia del ex fiscal militar Podlech

jueves 31 de julio de 2008, 23:41h
El ex fiscal militar Alfonso Podlech (en la fotografía) cometió el error de mirar a Europa habiendo sido puntal represivo de la dictadura de Augusto Pinochet, sin recordar que existió un Hitler y el holocausto, lo que para el Viejo Continente es inolvidable.
 
Podlech también olvidó los numerosos testimonios de ex prisioneros y funcionarios de Gendarmería que en Chile pesan en su contra como ex fiscal.

Además, él mismo reconoció judicialmente su encuentro con el jefe de la Caravana de la Muerte, general Sergio Arellano, cuando el "Lobo" y su gente aparecieron por Temuco en octubre de 1973 para asesinar prisioneros y comprometer en ello a oficiales locales de regimientos como el Tucapel.

Alfredo García Díaz, ex jefe de la guardia interna de la Cárcel de Temuco, acusó a Podlech en una declaración judicial: "los detenidos eran sacados de la Penitenciaría de Temuco y no volvían. Después por los bandos se sabía que los habían matado por ley de fuga y se les borraba del libro de ingreso. Esas órdenes las daban los fiscales militares como el señor Podlech".

El día del golpe, García Díaz vio entrar a Podlech vestido de militar a la cárcel para rescatar a diez prisioneros del movimiento de extrema derecha Patria y Libertad. "El señor Podlech traía una orden de la fiscalía", dijo García judicialmente en mayo de 2004.

El ex prisionero Víctor Maturana Burgos es más categórico. Procesalmente sostuvo que Podlech amenazaba a los detenidos con que si no "cooperaban" sufrirían las consecuencias en el Regimiento Tucapel, donde estaba la oficina de la fiscalía.

"Esto refleja que el señor Podlech sabía que éramos torturados. Y cuando no quedaba conforme con lo que declarábamos, nos mandaba con gente del Servicio de Inteligencia para que nos ‘trabajaran un poco más’". Maturana fue careado con Podlech en abril de 2002. El ex fiscal negó las acusaciones, pero reconoció que la fiscalía actuaba estrechamente con el Regimiento Tucapel.

Pero el Regimiento Tucapel con Podlech presente tiene otra historia. La noche del 2 de octubre de 1973 allí fueron asesinados los prisioneros José Ortigosa, Daniel Mateluna, Pedro Ríos y el GAP Guido Troncoso. Fue la misma noche en que Podlech reconoce que recibió al "Lobo" Arellano, que llegó en el helicóptero Puma al patio del regimiento.

"Me encontraba en la ayudantía, el general Arellano se acercó y nos saludamos. Nos habló de los consejos de guerra y que nadie podía ser juzgado por actos cometidos antes del 11 de septiembre según la irretroactividad de la ley (por estado de guerra)".

Fue lo mismo que Arellano dijo en cada ciudad como supuestamente Pinochet se lo había encomendado: "Velar por procesos justos para los detenidos".

No obstante, el jefe de Estado Mayor del "Lobo" durante la caravana, el teniente coronel Sergio Arredondo, se lo enrostró a Arellano en un careo ante el juez Juan Guzmán: "Para qué seguimos con lo mismo, si todos sabíamos que la misión era matar prisioneros", le dijo a quien fue su jefe.

La caravana pernoctó esa noche en el Tucapel y estuvo yendo y viniendo entre Temuco, Valdivia y Victoria hasta el 6 de octubre de 1973. Precisamente en esos días desaparecieron desde el Tucapel o desde la cárcel, el ex sacerdote Omar Venturelli (4 de octubre), Dixon Retamal Cornejo y Rubén Morales Jara.

Hay decenas de ex prisioneros que le formulan otras imputaciones similares a Podlech en los distintos procesos que se instruyen en Temuco y Santiago, en los que hasta ahora no se le ha procesado, según abogados querellantes, por el poder que Podlech tiene todavía, sobre todo en Temuco.

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Jorge Escalante
Periodista

(Esta columna fue publicada en La Nación el 31/07/2008)
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