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Ruta por la Charca Verde

lunes 28 de julio de 2008, 18:22h
El entorno de la Charca Verde, en La Pedriza, se puede conocer mediante una ruta circular que discurre por dos de los lugares más concurridos de la sierra, Quebrantaherraduras y El Tranco. Con 16 kilómetros de recorrido (5 horas y media) y un desnivel aproximado de 1.000 metros, la ruta está considerada de dificultad media-alta.
La Pedriza, en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, es refugio de una buena parte de la fauna autóctona madrileña, como el buitre leonado, el águila real y el corzo. Se recomienda llevar agua, aunque se puede conseguir en algunos puntos del recorrido. Además, hay que evitar los días de temperaturas extremas.

Como el acceso de vehículos está limitado en La Pedriza, lo mejor es llegar a transporte público. En concreto se puede utilizar el autobús número 724, que sale del intercambiador de plaza de Castilla y apearse en Manzanares El Real, junto a la iglesia.

La ruta comienza en la parada de transporte público. Se sale en dirección oeste por una pequeña cuesta con un arroyo hasta llegar a un cruce. Se continúa de frente y se cruza el río Manzanares. A continuación, se coge un camino de tierra, conocido como El Boalo, dejando a la izquierda un antiguo castillo en ruinas.

Después, hay que atravesar una urbanización y unos cientos de metros más allá aparece una carretera (1 kilómetro y 15 minutos), que hay que dejar a la izquierda y seguirla en paralelo hasta llegar a un aparcamiento. Por este camino se llega al Centro de Eduación Ambiental del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, que se recomienda visitar (1,6 kilómetros y 25 minutos).

En breve aparecen la barrera y el control de acceso, que hay que cruzar y tomar el camino que va por la derecha de la carretera y está señalado como senda de Quebrantaherraduras. El paisaje tiene su origen en repoblaciones de los años cincuenta y sesenta. Este camino es llano y discurre paralelo a un arroyo estacional, que se cruza por un puente de madera (2,5 kilómetros y 45 minutos). Empiezan a aparecer las pendientes y se abre un claro en el bosque, con arbustos autóctonos como la jara pringosa y el romero.

En la subida se alcanza la carretera, que hay que cruzar (3,9 kilómetros y una hora) hasta recuperar la senda de Quebrantaherraduras, que atraviesa una zona de jarales y enebros. Más adelante aparece un pinar.

Cuando se supera el bosque, el camino empieza a endurecerse. La tierra es sustituida por un camino pedregoso. Se toma una curva a la derecha y aparecen unos enormes escalones de piedra. En otra curva se alcanza la carretera de nuevo, que se cruza de frente. Después, hay una corta subida por un pinar, que corona el collado de Quebrantaherraduras (4,5 kilómetros, y una hora y 30 minutos).

La carretera queda ahora a la izquierda por debajo del nivel del senderista. Cuando la ruta se hace horizontal se pueden observar algunos bolos graníticos. Se desciende por unos escalones y se cruza la carretera. Desde el otro lado se pueden disfrutar las vistas al valle del arroyo de La Majadilla, la Cuerda de Las Milaneras y la Peña del Yelmo.

Desde este mirador comienza el descenso. Entre dos muretes de piedra se bajan unos escalones, después se pasa sobre un pino que ha crecido en horizontal. Poco después se llega a otro cruce con la carretera (5 kilómetro y 1 y 45 minutos). Al otro lado, aparece una fuente. Se gira a la izquierda y se entra a una zona de umbría.

De nuevo, hay que cruzar la carretera y el camino se hace horizontal y llega a ir paralelo a la vía, que se vuelve a cruzar. Por el llano se cruza el arroyo de Las Casiruelas y se llega a Canto Cochino (6 kilómetros, y 2 horas y 10 minutos). 

Para continuar con la ruta se desciende por un camino asfaltado hacia el río, que se cruza por un puente de madera. Es un punto donde existe un buen ejemplo de bosque galería. Nada más cruzar el río, aparece la Escuela Taller del Parque Regional. Aquí se gira a la izquierda, se suben dos o tres escalones y, enseguida se desciende para ir por un camino paralelo al río, que va a quedar a nuestra izquierda.

Se llega a la altura del puente de Las Ranas y se continúa por la margen izquierda del río, por el camino más cercano. Van a ir apareciendo unos pinos que hasta ahora no se habían visto en la ruta, con troncos más gruesos, de aspecto más viejo, más grandes. Son algunos ejemplares de pino silvestre que quedaron sin talar antes de la masiva repoblación.

Después aparece una agrupación de rocas graníticas (7'6 kilómetros, y 2 horas y 45 minutos). Se las rodea por la derecha. A partir de ahora el camino es llano y está situado entre diferentes terrazas de repoblación del pinar hasta llegar a la altura de un pequeño puente.

Este puente es conocido como el de La Cola de Caballo (8 kilómetros y 3 horas). Nada más cruzarlo, un pequeño sendero parte a la derecha. Se avanza por él unos 20 metros hasta llegar a unas pozas unidas por pequeñas cascadas. Es el comienzo de la zona de Charcas Verdes, y un buen lugar para reposar.

Se vuelve sobre lo andando y al llegar al puente no hay que cruzarlo, sino que por el sendero que continua de frente se accede a la carretera que asciende a La Pedriza. Se gira a la derecha. La pista va a ir en continuo ascenso, pero es amplia y sin pérdida. En la subida se deja a la derecha una primera desviación, y se toma la segunda, que desciende hacia el río (9 kilómetros, y 3 horas y 15 minutos).

Tras la bajada, se llega a una especie de aparcamiento. Tras pasarlo, se ve el río Manzanares en todo su esplendor. Sobre un lecho de roca pulida por la acción del agua se suceden cascadas, algunas de más de dos metros, y multitud de pozas y piscinas naturales. El río hace un recodo y gira en dirección noroeste. Una corta trepada por las rocas lleva hasta la poza más famosa, la Charca Verde, que también es la más grande.

La vuelta rápida se va a hacer por la pista asfaltada. El descenso es bastante veloz, hasta alcanzar la barrera de prohibición del paso de coches, no sin antes rebasar el arroyo Umbría de la Garganta, que viene por nuestra derecha (10'3 kilómetros y 4 horas).

Se desemboca en Canto Cochino, con sus chiringuitos y aparcamientos (11 kilómetros, y 4 horas y15 minutos). La vuelta de esta ruta no se realiza por Quebrantaherraduras, sino por El Tranco, salida natural del Manzanares. Se baja por un cerro, y se deja a la derecha la señal que indica la Senda de Quebrantaherraduras, cruzamos el arroyo de Las Casiruelas por unos mogotes de piedra, aunque cuando viene poca agua o está seco no es necesario, y llegamos a una pasarela sobre el río (11'6 kilómetros, y 4 horas y 25 minutos).

Se cruza la pasarela y se llega a un merendero, que se deja a la derecha. A continuación se entra en la Garganta Camorza, por donde el río sale de La Pedriza. El camino se hace entre rocas, y más bien parece un callejón. Un pequeño ascenso lleva a una curva del río. Saltando de roca en roca se llega a una presa colmatada de sedimentos (12'5 kilómetros, y 4 horas y 45 minutos).

Para bajar de la presa se utiliza una diaclasa (línea de separación en la roca) de una gran roca de granito y se alcanza un canal que parte de la presa. Se llega por fin a otra zona de merenderos, El Tranco (13'4 kilómetros, y 4 horas y 55 minutos), tras pasar por una zona donde las jaras enmarcan un estrecho camino. Aquí ya comienza Manzanares el Real. La carretera que se ha alcanzado lleva en pronunciado descenso hasta el punto de partida de la ruta (16 km y 5 horas y 30 minutos).

Cartografía: 1/50.000, hoja 508, Cercedilla del I.G.N. y 1/25.000 hoja 508 - II Puerto de Navacerrada y 508 - IV Moralzarzal

Fuente: Inforjoven
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