Angelina Costa, diputada del PSOE electa por Córdoba
Una apuesta que salió bien
Nacida el 12 de octubre de 1945 en Madrid
Divorciada. Licenciada en Filosofía y Letras (Sección de Filología Románica). Doctora en Filosofía y Letras (Sección de Filología Hispánica). Catedrática de Literatura Española de la Universidad de Córdoba. Teniente de Alcalde de Cultura (1999.2003) del Ayuntamiento de Córdoba. Miembro del Comité Director del PSOE-A.
Hace unos meses a Angelina Costa recibió una llamada de su secretario provincial del PSOE de Córdoba, José Antonio Ruiz, para ver si le apetecía entrar en las listas al Congreso, candidatura que encabezó el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Iría, le advirtió, en un puesto de riesgo, el 4º, con pocas posibilidades de salir elegida diputada ya que en la provincia ha perdido por población un escaño. Angelina dijo ‘sí’ sin dudarlo. Contra todo pronóstico logró su escaño. “Doblamos al PP 4 a 2”, dice ufana. Ahora reconoce que el que más fe tenía en ‘su’ victoria era el propio Moratinos, un candidato ‘cunero’ del que habla maravillas: “se ha volcado con Córdoba”; “se lo ha currado como el que más; “su continuidad en el Gobierno es una garantía para la ciudad”… son algunos de los ‘piropos que le echa la nueva diputada andaluza al ministro.
Angelina Costa nació en 1945 en Madrid “por accidente” ya que su madre se puso allí de parto. Pero le falta tiempo para decir que se siente cordobesa “por los cuatro costados”, en donde vive y en donde han nacido sus cuatro hermanos, una ciudad que adora y a la que no cambiaría por nada.
Estudió la carrera de Filosofía y Letras en la Universidad Complutense de Madrid en pleno apogeo de la dictadura franquista. Aunque por entonces no militaba en ningún partido, -“en aquella época todos éramos prochinos”, dice entre risas-, Angelina asegura que era una mujer “con una gran conciencia política. He sido luchadora antifranquista, he estado fichada y he corrido lo mío delante de los ‘grises”. Claro que ahora procura hablar poco de aquellas ‘batallitas’ “porque enseguida te llaman ‘abuelita’”, y no precisamente sus nietos porque no tiene hijos. Se casó, eso sí, muy joven, a los 26 años, “y por la Iglesia, como estaba ‘mandao’ en aquella época”. En la actualidad está divorciada.
En la universidad de Sevilla curso los dos cursos comunes antes de especializarse en Filología Románica y doctorarse en Filología Hispánica. Allí conoció a Carmen Romero, esposa de Felipe González. Al acabar la carrera regresó a Córdoba y se puso a dar clases de Literatura en un colegio.
De lo que más orgullosa está es de haber sido “la primera catedrática de Literatura Española y la décima a nivel nacional”, título que logró en 1995, por ello, dice, “presumo mucho de ser profeta en mi tierra”, aunque añade que a pesar de todo “en seguida se ve el techo de cristal” que tenían -“y tienen todavía”, matiza- las mujeres en el mundo profesional. Para demostrarlo apunta que hoy por hoy en toda Andalucía el número de catedráticas apenas representa el 14 o 15 %.
Entró en política trabajando en lo que realmente le apasiona, los temas de cultura. En 1999 fue elegida concejala del PSOE, en cuyas listas fue como independiente, del Ayuntamiento de Córdoba, siendo ya alcaldesa la dirigente de IU Rosa Aguilar. Fue nombrada Teniente de Alcalde de Cultura. En 2003 decidió finalmente afiliarse al partido de Zapatero ya que siempre se ha sentido muy identificada con su proyecto político.
A los 62 años ya cumplidos, Angelina cree que ha conseguido “coronar” todas sus ambiciones, tanto en su vida profesional como en su carrera política al lograr sentarse en un escaño del Congreso de los Diputados. No le importa la tarea que le asignen: “estoy dispuesta a hacer lo que me pidan. Hombre, prefiero algo de lo mío -Cultura o Educación- pero sino, pues me lo estudio”, afirma, decidida..