Julio Antonio Feo
¡La antorcha está que arde!
martes 08 de abril de 2008, 15:55h
¡De Londres a Paris y camino de San Francisco la antorcha olímpica está que arde! Nunca mejor dicho. El gobierno del presidente Nicolas Sarkozy titubea entre la presión de la opinión y lo olimpicamente correcto.
Las protestas que agitaron en Gran Bretaña el paso de la antorcha protegida por seis guardianes del templo chinos, se han repetido en Francia. Una pancarta de Reporteros sin fronteras en la torre Eiffel, otra en el Ayuntamiento de París, cuyo alcalde socialista Bertrand Delanoe se ha solidarizado con la protesta antichina y en favor de los derechos humanos, cuarenta diputados de la mayoria y de la oposición con pancarta pro Tibet en la Asamblea Nacional, tres mil tibetanos venidos de toda Europa a Francia para exigir la libertad en su país y el diálogo entre Pequin y el Dalai Lama, contramanifestación de chinos en Paris favorables a Pequín, ochenta deportistas en plena confusión entre espíritu olímpico y solidaridad humana, treinta personas detenidas, un cámara de televisión golpeado por la policia...
Tal es el caótico balance de esa jornada en Paris, y del recorrido inacabado de 28 kilometros que debia efectuar la comitiva olímpica con la antorcha desde la torre Eiffel al estadio Charléty.
¡Que venga Prometeo y lo vea! Los deportistas franceses han expresado una tenue solidaridad con el Tibet con el eslogan “Por un mundo mejor”, que podria firmar hasta el mismisimo Hu Yintao, pero los atletas afirman que no quieren ser rehenes de la política. La polémica ha estallado aquí, ¿Por que atribuyeron los juegos olímpicos al régimen chino? ¿Es acertado proponer el boicot de la ceremonia de apertura? ¿Es justo mezclar el deporte y la política?
Mientras Rama Yade, secretaria francesa de derechos humanos, afirma y desmiente a renglón seguido que Francia pone condiciones para asistir a la ceremonia de Pekín, el omnipresente Sarkozy, se luce por su discreción ahora que los sondeos están por los suelos y no ha vuelto a abrir la boca desde que afirmó hace dias que “No descarta ninguna posibilidad”, ni eso que ustedes piensan, ni todo lo contrario.
Discreción, cacofonia y diplomacia en el gobierno francés son regla general, pues cada cual sabe que en las relaciones con el gigante económico chino, en las tensiones de hoy se juegan los contratos del mañana. ¿Hipocresia política de unos y otros? ¿Manipulación? Sin duda tanto los que se despiertan tardiamente defensores de derechos humanos con ocasion de la rebelión en el Tibet, como los que estiman que el deporte está por encima de todo y de cualquier horror o dictadura.
El gobierno de Nicolas Sarkozy se encuentra en un buen lio diplomático, sobretodo teniendo en cuenta que en el segundo semestre del presente año Francia tomará la presidencia de la Unión Europea. ¿La bandera de los derechos humanos que Sarkozy enarboló durante su campaña electoral ondeará de nuevo en Paris y en Bruxelas? ¿O prevalecerá una vez mas el “realismo” económico?
El Tibet es evidentemente un pretexto hoy en esta movilización por los derechos humanos, y el tema de las minorias nacionales chinas merece sin duda amplio debate, pero en todo caso el pretexto es a mi juicio bienvenido, aunque llegue tardiamente y en medio de una hipocresia general en lo que se refiere a las relaciones entre el mundo occidental y China, esa megafábrica mundial que hace bajar los precios al consumo.
Bienvenida a pesar de todo la protesta cuando por el simple hecho de dar su opinión a través de Internet, un disidente chino es condenado a tres años y medio de carcel por el gobierno de Pekín. Eso me recuerda aquellas condenas de nuestro dictador nacional cuando “la justicia” en las Salesas te pedia cinco años de carcel por asociación ilícita y tres por propaganda ilegal. Los chinos en todo caso ni se han enterado de lo que les estoy contando, a excepción de aquellos que consigan burlar la censura a través de Internet o de las libertarias ondas cortas.