Una olla a presión abandonada en el portal del número 36 de la calle de Preciados de Madrid provocó este jueves la alarma, ya que se pensó que podía ser una bomba de fabricación casera. Por suerte se trató de una falsa alarma.
Todo comenzó a las 11.30 horas. Los vecinos de la calle de Preciados descubrieron un paquete sospechoso junto al portal del número 36. Se trataba de una olla a presión abandonada junto a unos escombros. Los ciudadanos sospecharon y se pusieron en contacto con la Policía. Cecilio fue uno de ellos, trabaja en un restaurante argentino de la zona. "Vimos una olla enmedio de la calle y hablamos con la policía porque ETA ha utilizado este recipiente como bomba en otras ocasiones", comentó.
En tan sólo unos minutos acudieron al lugar varias patrullas de la Policía Nacional y Municipal, una unidad de los TEDAX, así como efectivos del Samur-Protección Civil. Acordonaron la zona entre la Plaza de Callao y la Santo Domingo, así como las calles aledañas. Cerraron uno de los accesos de la estación de Metro de Callao.
Posteriormente, a las 15.00 horas, desalojaron tanto el suburbano como los comercios y viviendas de los alrededores.
Además, el tráfico de Gran Vía se vio reducido. La Empresa Municipal de Transportes (EMT) acordó que las seis líneas que finalizan recorrido en Callao modificaran su punto de llegado mientras las fuerzas y cuerpo de seguridad actuaban en la zona.
Los especialistas en explosivos utilizaron un pequeño cebo para saber si se trataba de una bomba o de una falsa alarma. Hubo una pequeña explosión sin consecuencias que demostró que no había bomba. En el incidente no hubo que lamentar daños personales. El tráfico quedó restablecido a las 15.50 horas.