El Comisariado Europeo del Automóvil, CEA, Club de Automovilistas, ha solicitado al Ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, que exima del pago del impuesto de IVA y de matriculación a todos los afectados por el atentado terrorista del pasado 30 de diciembre en la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas, cuyos vehículos hayan sido declarados siniestro total y necesiten comprar otro, bien sea nuevo o usado.
Motivados por el grave atentado terrorista del pasado día 30 de diciembre en la Terminal T4 del aeropuerto de Barajas, y ante la gran cantidad de afectados a los que se ha asesorado, el Comisariado Europeo del Automóvil, CEA, ha considerado la necesidad de solicitar al Ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, ayudas para paliar los daños de los automovilistas afectados por la explosión y derrumbe del parking del aeropuerto.
"Desgraciadamente, son muchos los automovilistas que tenían sus vehículos aparcados en las zonas afectadas por el atentado, y que han sufrido la pérdida total de los mismos al presentar daños materiales que hacen inviable su reparación", señaló en un comunicado.
Las personas que se encuentran en dicha situación y tengan que afrontar la adquisición de un vehículo, ya sea nuevo o de segunda mano, van a tener que hacer frente al pago de los impuestos derivados de las referidas compras: el impuesto sobre el valor añadido (16%), y el impuesto de matriculación (7% ó 12%) o de transmisiones patrimoniales (4%).
Dada la circunstancia extraordinaria de la que se deriva la necesidad de adquisición de un nuevo vehículo, CEA ha solicitado, mediante una carta al Ministerio de Economía y Hacienda, que se acuerde eximir, con carácter excepcional, del pago de dichos impuestos a todos los afectados cuyos vehículos sean declarados siniestro total y adquieran un vehículo, bien sea nuevo o usado. La entrega de dicha carta la efectuó esta misma mañana, en nombre de CEA, el letrado de la Asesoría Jurídica, José Antonio Martín Quijano.
A su juicio, la adopción de la medida solicitada por CEA vendría si cabe a paliar los perjuicios añadidos que para todos estos automovilistas ha supuesto verse privados de sus vehículos, ya que además del valor venal que se les va a abonar, el vehículo tiene un valor de uso que nadie les va a indemnizar, lo que conlleva un perjuicio añadido al que deberíamos sumar los impuestos que se van a ver abocados a pagar en el caso de que adquieran uno nuevo o usado.