Con motivo de la cena celebrada en Jerez de la Frontera (Cádiz) en homenaje a Caballero Bonald por su 80 cumpleaños, Chaves pronunció una conferencia en la que le reiteró su "más cordial y efusiva felicitación".
Manuel Chaves dijo que "ha llegado lo que los clásicos denominaban la 'Summa vitae', es decir la plenitud o coronación de toda una vida", expresión que ha retomado y repetido el autor recientemente, en el título de uno de sus poemas, "con esa mirada profunda, sosegada e independiente que te confiere un excelso magisterio de experiencia y conocimiento".
En este sentido, el presidente de la Junta señaló que "como andaluces y paisanos tuyos, estamos orgullosos de la posición que has alcanzado y que ocupas con toda justicia y merecimiento".
Chaves se hizo eco de un reportaje en el que Caballero Bonald confesaba que si hubiera sido miembro del jurado habría premiado sobre todo las novelas 'Agata ojo de gato' y 'Campo de Agramante', el poemario 'Descrédito del héroe' y los dos libros de Memorias que tiene ya editados.
Un "duro veredicto", en su opinión, "no sabemos si debido a exigencias críticas o a simple modestia subjetiva".
"Es fácil comprender que una personalidad tan rica, una producción tan amplia y variada y un estilo tan cuidado hayan servido para mucho más y que, afortunadamente, haya dado tiempo y existido sensibilidad para concederle y otorgarle, muchos y prestigiosos reconocimientos", apuntó.
Valores democráticos
Por otra parte, Chaves destacó, "de manera especial", algunos rasgos del escritor que, "a veces, parecen diluirse o pasar a un segundo plano, precisamente por el relumbrón de esas distinciones", en concreto su "inequívoco compromiso" con los valores democráticos, defendidos "con ardor" en sus escritos y con su propio testimonio público en una época en la que esta actitud "se penalizaba con dureza y sin contemplación alguna", como tuvo ocasión de comprobar por propia experiencia.
Asimismo, resaltó su "espíritu innovador", puesto de manifiesto en una actividad literaria "capaz de evolucionar y pasar de un cierto barroquismo a una depuración de medios expresivos que, sin perder ritmo ni elegancia, va ganando en rigor y precisión conceptual" y su "talante abierto" a la convivencia y al diálogo, "que estrenó y ejerció en el seno de una generación poética de indudable valía, la del 50, donde, sin embargo, eran mayores las concomitancias vitales y políticas que los planteamientos estéticos o estilísticos".
Esta suma de valores le convierten, en su opinión, en "referente esencial" de Andalucía, en "guía" de los jóvenes que empiezan ahora a escribir, a emprender o a trabajar en una tierra, Andalucía, que "siempre ha estado en el centro de una obra para afrontar problemas y situaciones generales, que afectan a los hombres y mujeres de nuestro tiempo".