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Durante Cumbre del Grupo de Río en República Dominicana

Presidentes Uribe y Correa se dicen de todo pero finalmente fuman la pipa de la paz

Presidentes Uribe y Correa se dicen de todo pero finalmente fuman la pipa de la paz

viernes 07 de marzo de 2008, 22:53h

Luego de decirse de todo, los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Colombia, Álvaro Uribe, dieron por zanjadas sus diferencias con un apretón de mano y abrazos en un gesto de compromiso por trabajar en favor de la paz, durante la Cumbre del Grupo de Río en República Dominicana.

El mandatario dominicano, Leonel Fernández, pidió a sus colegas de Colombia, Ecuador, Rafael Correa, y de Venezuela, Hugo Chávez, que reafirmen su disposición a la paz dándose la mano. Uribe dijo que aceptaba porque es un hombre sin egos y que asume sus responsabilidades.

 

Fernández pidió que ese gesto se haga como un final de la cumbre del Grupo de Río que se celebra en Santo Domingo y que ha estado centrada en la crisis diplomática regional desatada por la operación militar que tropas colombianas llevaron a cabo el sábado pasado en suelo ecuatoriano.

 

El gobernante ecuatoriano destacó que aceptaba dar por terminado el conflicto con las excusas explícitas de Uribe y el compromiso de que no se volverán a repetirse acciones como esa.

 

Uribe aceptó de inmediato y con los aplausos de todos los asistentes a la XX cumbre se dirigió a Correa para darle la mano y reiterarle sus disculpas.

 

A continuación, el jefe de Estado colombiano se abrazó con Chávez y dio la mano a su homólogo nicaragüense, Daniel Ortega, después de acordar que sus diferencias marítimas se resolverán también con la mediación del Grupo de Río si fuera preciso.

 

Tensa sesión

 

Más temprano, y a pesar que los mandatarios integrantes del Grupo de Río, congregados en República Dominicana, pidieron a ambos gobiernos que rebajaran el tono del discurso, los presidentes de Colombia y Ecuador utilizaron la plenaria como púlpito para atacarse, presentando pruebas y datos que apoyarían sus actuaciones.

 

La crisis binacional originada por el bombardeo de un campamento de las izquierdistas FARC en el que murió Raúl Reyes, considerado número dos del grupo guerrillero, se agravó cuando Venezuela y Nicaragua dieron total respaldo a Ecuador.

 

Aunque el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, volvió a pedir perdón por ingresar sin permiso en el vecino país, argumentó que el operativo militar tení como objetivo acabar con un "uno de los más tenebrosos terroristas de la historia".

 

"No le informé del operativo porque no hemos tenido cooperación del Gobierno del presidente (ecuatoriano Rafael) Correa en la lucha contra el terrorismo (de las FARC)", afirmó Uribe, quien agregó que no aceptará que se llame "masacre" al asesinado de un "tenebroso grupo de terroristas".

 

Correa pidió al Grupo de Río que la primera discusión en la cumbre fuera el impasse diplomático pese a no estar en la agenda, que oficialmente iba a tratar sobre energía y reacción regional ante catástrofes naturales.

 

"Es una emergencia, una emergencia de gravísimas consecuencias si no actuamos a tiempo", alertó el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en el acto de instalación de la cumbre, aunque luego sus declaraciones no fueron transmitidas.

 

Para Correa, el "gravísimo" problema originado por el Gobierno de Uribe no sólo afecta a la región andina, sino a toda Latinoamérica, que ve con temor como Quito y Caracas ordenaron movilizar tropas a sus fronteras con Colombia.

 

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y su par de Nicaragua, Daniel Ortega, han declarado su completo apoyo a la petición ecuatoriana de que se produzca una firme condena diplomática a Colombia, al tiempo que denuncian que Bogotá está manejada por el "imperio" de Estados Unidos.

 

Por la unidad

El anfitrión del encuentro, el presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, llamó a los mandatarios de los tres países andinos a actuar unidos para dirimir sus diferencias y conflictos.

 

"Albergamos la esperanza de que entre todos, reunidos aquí, diseñemos fórmulas constructivas que nos permitan avanzar hacia la recuperación de la fraternidad entre pueblos de un mismo origen", dijo al instalar el encuentro. "Lo menos que conviene en estos momentos a la América nuestra (...) es actuar en forma desunida", afirmó.

 

Aunque los tres países insisten en que no desean la guerra, las tensiones están en su punto alto en la región, luego de que Venezuela y Ecuador rompieron relaciones diplomáticas con Bogotá y movilizaron fuerzas militares hacia las fronteras con su vecino.

 

"Esperamos que de raíz se corten estos comportamientos belicistas y se den satisfacciones al Ecuador por la agresión que sufrimos de Colombia", dijo Correa a periodistas poco antes del inicio de la cumbre, al insistir en un pedido de condena al Gobierno de Bogotá.

 

Por su parte, Uribe, quien llegó de último a la reunión de presidentes y no apareció en la foto oficial, tan sólo mandó un saludo al pueblo ecuatoriano. "Un saludo lleno de afecto al hermano pueblo ecuatoriano, nuestro problema es exclusivamente con el grupo terrorista de las FARC", dijo.

 

La reunión estaba programada desde mucho antes de que estallara el conflicto diplomático, desatado por Colombia el sábado cuando sus fuerzas armadas ingresaron a Ecuador para atacar un campamento guerrillero en el que murieron 25 rebeldes, entre ellos Raúl Reyes, considerado "el canciller" de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

 

Correa dijo que Colombia debe comprometerse a no violar nuevamente el territorio de sus vecinos y exigió que cese en sus acusaciones de que Ecuador apoya a las FARC.

 

Aunque el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobó el miércoles un acuerdo que rechaza la incursión de Colombia en Ecuador, no condenó abiertamente el hecho, por lo que Correa insistió en que su país está dispuesto a ir hasta las "últimas consecuencias" para lograrlo.

 

Uribe quiere más compromiso de sus vecinos

Colombia ha insistido en que ya se ha disculpado y que el Gobierno pide una mayor cooperación de sus vecinos en su lucha contra las FARC, que ha matado y secuestrado a miles de personas en sus 40 años de lucha armada.

 

Uribe ha dicho que quiere un mayor compromiso de cooperación de sus vecinos dentro de la lucha contra las FARC y la garantía de que no albergarán rebeldes en sus territorios.

 

Ecuador pareció moverse en esa dirección el jueves por la noche al anunciar la captura de cinco presuntos miembros de las FARC en la zona donde se produjo la incursión militar colombiana en su territorio, según informó el Ministro de Seguridad ecuatoriano, Gustavo Larrea.

 

Las personas, que llevaban uniformes y distintivos de las FARC, fueron capturados en la frontera con Colombia durante un operativo de patrullaje realizado por las fuerzas armadas ecuatorianas en la provincia amazónica de Sucumbíos.

 

Sumándose a Ecuador y Venezuela, Nicaragua anunció que rompió relaciones con Colombia, país con el que mantiene un litigio en la Corte Internacional de La Haya por la soberanía de las islas de San Andrés, Providencia, Santa Catalina, Quitasueño, Roncador, Serrana y Serranilla.

 

"Nosotros estamos con la paz y condenamos actos terroristas como lo que el presidente Uribe ha hecho contra Ecuador", dijo el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, poco antes de la instalación de la cumbre.

 

También abogó por lograr en ese escenario en San Domingo una condena regional a Colombia, además de no dejar de lado el tema del conflicto marítimo que tiene Managua con Bogotá, el cual considera que amenazada a su país.

 

Chávez ha liderado la condena de la región a la violación colombiana a la soberanía de Ecuador, y denuncia que Washington está militarizando Colombia para atacar a Venezuela.

 

Antes del encuentro, el mandatario venezolano advirtió que el conflicto implica "una guerra" que amenaza con internacionalizarse. "Por eso hay que llamar a la reflexión, todos, si votemos por la guerra o por la paz", dijo.

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