Pastel de cabracho con salsa de pimientos del piquillo, alcachofas con fondo de langostinos, presa a la parrilla al aroma de tomillo o manzana asada con crema y almendras con culí de mango son sólo algunos de los platos que se pueden degustar estos días en Alcalá de Henares. Y es que esta semana la ciudad complutense celebra su XXII Semana Gastronómica y ofrece lo mejor de su cocina más innovadora.
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Alcalá de Henares es mucho más que una ciudad con un gran patrimonio cultural, histórico y artístico. Es también sinónimo de una rica gastronomía. Precisamente para dar a conocer lo mejor de la cocina complutense, estos días se celebra la XXII Semana Gastronómica, que cada año atrae a más turistas.
"El objetivo es conseguir que el sector de la gastronomía en la localidad se consolide, y se convierta en un segmento cada vez más dinámico y atractivo", explica la edil de Turismo, Marta Viñuelas.

Durante la semana, 17 restaurantes, coordinados por Fomentur (Fomento del Turismo en Alcalá de Henares) y la Concejalía de Turismo, ofrecen menús degustación a un precio único de 35 euros. Cada día es el turno de dos o tres restaurantes en horario de comida o cena.
Finalmente, el domingo participan todos. "Se intenta promocionar la cocina de Alcalá de Henares, elaborada con productos de temporada, pero con un toque innovador, con el toque personal de cada restaurador", señala el presidente de Fomentur y gerente del Restaurante Antaño, Andrés Morera.

Todos los menús incluyen un entrante, un primer y segundo plato y un postre, acompañados de buenos vinos y café. Estos días se pueden degustar platos tan sugerentes como chistorra hojaldrada con crema de membrillo, sopa cremosa de boletus y hongos de temporada, rollitos de pescado en salsa de cigala, solomillo de ciervo con frutas rojas, mini col china y espárragos verdes sobre salsa de boletus o flan de nata con fresas a la pimienta verde.
Cada año, los menús son diferentes y únicamente se pueden degustar estos días. Lo que les caracteriza a todos es su calidad y su innovación, y es que como dice el presidente de Fomentur, "si se quieren probar platos nuevos, la Semana Gastronómica es el momento idóneo. Además, lo mejor de las jornadas es que se pueden degustar platos diferentes a un buen precio. Fuera de estos días, un menú como el que presentan algunos locales esta semana puede costar unos 50 euros".

Sin embargo, quien quiera degustar las exquisiteces de esta Semana Gastronómica, es posible que ya no pueda hacerlo. Es necesario reservar con antelación y todos los restaurantes están prácticamente al completo estos días.
"En algunos restaurantes ya es imposible reservar", advierte Morera. "En la semana gastronómica, tanto el día que nos toca, como el domingo, lo tenemos todo lleno", indica el gerente de Al-Andalus, Antonio Bedmar. Lo mismo comenta el chef de El Gurugú, Antonio Gómez, quien asegura que "para el domingo ya está todo reservado".
Unas jornadas consolidadas

Ya van 22 años que Alcalá de Henares celebra su Semana Gastronómica. "Estas jornadas están totalmente consolidadas en el municipio y las conocen no sólo los alcalaínos", señala el presidente de Fomentur. De hecho, la mayoría de los comensales, el 55 por ciento, procede de fuera de la localidad.
El tipo de asistente a las jornadas cambia en función del día de la semana, aunque predominan los que tienen entre 30 y 45 años. De lunes a viernes, suelen ser trabajadores y profesionales que aprovecha las jornadas para hacer comidas de trabajo. Mientras que los fines de semana, priman los grupos familiares y de amigos, y vienen más de fuera de Alcalá de Henares.
"Todos los restaurantes que participan son enteramente recomendables", apunta la concejala de Turismo. Lo mejor es escoger un día, y de acuerdo, a las preferencias y a los menús, acudir al restaurante que ofrezca la comida o la cena en esa jornada. Para más información del calendario y de los menús:
www.fomentur.es.
Pero esta semana no es la única oportunidad de probar la cocina alcalaína. En el mes de octubre, se celebran las Jornadas Cervantinas, con platos basados en el libro del Quijote, y las Ruta de las Tapas, que conjuga la gastronomía con el turismo por el casco histórico.