Albert Luque, ex director deportivo de la Federación Española de Fútbol (RFEF), ha hablado por primera vez de Jenni Hermoso tras haber salido absuelto del juicio.
Además de Luis Rubiales, él, Jorge Vilda y Rubén Rivera fueron denunciados por la futbolista y acusados de coacciones.
Pero finalmente salieron absueltos y sólo se ha condenado a Rubiales por agresión sexual por el beso no consentido.
Explicaciones de Luque
Luque ha acudido al programa 'El Larguero' de la 'SER' y ha hablado del caso por primera vez. Aunque ha admitido que lo ha pasado mal, ha defendido que si volviera atrás "haría exactamente lo mismo".
Y es que ha detallado que Jenni Hermoso "era su amiga" y acudió a Ibiza por ello, algo que no habría hecho si no se tratase de ella, según ha remarcado.
"Voy a ver a las jugadores porque la que está involucrada es Jenni, si hubiese sido cualquier otra jugadora no hubiese ido", ha aseverado.
"Es la persona que más daño me ha hecho"
Ha admitido que le sorprendió la denuncia por coacciones, pero que le sorprendió más que no le recibiera en Ibiza.
"Yo ahí no iba ni como director de la selección ni me había mandado nadie, yo decidí viajar a Ibiza porque había involucrados dos amigos, uno por parte del presidente y otro que era mi amiga Jenni Hermoso, y a ver si yo podía ayudar en algo, no decirle lo que tenía que hacer ni nada, solo quería que supiera que dentro de la RFEF tenía un amigo y tenía un apoyo", ha explicado.
Al ser preguntado sobre si cree que alguien influyó en Hermoso, ha considerado que sí aunque "es la persona que más daño me ha hecho en la vida". Pero ha remarcado que "es buena persona".
Sobre quién pudo estar detrás o influir en ella, Luque cree que no es una persona. "No es una persona, es una marabunta muy grande que incluso a ella misma se le escapa".
Y sobre si cree que hubo presiones a Jenni Hermoso por parte de los demás implicados, ha insistido en que no y ha considerado que sólo querían explicarse.
"Luis y las otras personas siguen convencidos de que al final no hubo eso, entonces ellos lo que querían era explicar su versión, tu lo puedes llamar presión pero al final las otras personas lo que quieren es que cuenten la verdad que ellos creen o que han vivido. Ella estaba en Ibiza y los otros en Madrid y decidió no hablar, entonces presiones yo creo que no hubo. Ella no quería hablar, quería disfrutar del título y no quería hablarlo con nadie", ha defendido.
Ha asegurado que tiene la conciencia tranquila y que no le guarda rencor.