Nuevos y graves incidentes en el fútbol español. El partido de semifinales de Copa del Rey entre Real Sociedad y Real Madrid en Anoeta -rebautizado por su patrocinador como Reale Arena- quedó marcado por graves insultos y gestos racistas.
En cuanto al jugador madridista Raúl Asencio, hubo de nuevo cánticos de "Asencio muérete", como se están haciendo ya famosos en otros estadios. Ocurrió en El Sadar, cuando el Madrid jugó allí contra el Osasuna, pero también en Girona el pasado fin de semana.
La nueva y lamentable 'moda'
Es la nueva 'moda': cargar contra el defensa canterano del Madrid por el turbio asunto por el que está imputado: recibir y no denunciar un vídeo en su móvil con sexo mantenido por ex compañeros de equipo con una menor. Eso le generó que fuera imputado tanto por el presunto delito de revelación de secretos como por pornografía infantil. Un tema que está en los tribunales pero que está siendo exagerado y tergiversado para llamar a Asencio "violador" o cosas de tono todavía más subido.
El central fue víctima de estos cánticos cuando se acercó al sector más radical de la afición donostiarra, y el árbitro del encuentro, José María Sánchez Martínez, tuvo que pedir que se interrumpiera el partido siguiendo el protocolo ante incidentes de esta índole.
El parón molestó a la grada, y también al entrenador local, Imanol Alguacil, pero el árbitro siguió justificando su decisión y la mantuvo. Además, como marca ese protocolo, obligó al delegado del equipo y el estadio que se lanzara en los videomarcadores de Anoeta el mensaje habitual en estos casos: "No a los cánticos racistas, xenófobos e intolerantes. Anima y apoya al equipo respetando al rival".
Eso provocó aún más silbidos e indignación entre los locales. El caso es que Carlo Ancelotti terminó quitando a Asencio para protegerlo, reconociendo que, en parte, fue por este motivo, pero también porque tenía una tarjeta amarilla y no quería asumir el riesgo de quedarse con 10 si había una acción defensiva intensa que forzara otra amonestación.
Además, Asencio jugó ayer en una posición que no es la suya, lateral derecho, y le costó adaptarse. Justo esa amarilla fue la que hizo acaparar el foco en el joven y fue cuando la grada le increpó con el cántico de "muérete".
Gestos racistas a Vinicius
Vinicius, que fue capitán inédito ayer del Real Madrid a falta de más veteranos, fue protagonista de ese incidente al tener que representar al equipo en la toma de decisiones y pedir explicaciones sobre los cánticos a su compañero.
Eso hizo que pasar a segundo plano otro grave suceso: de nuevo se vieron, tras un periodo más tranquilo en el fútbol patrio, gestos racistas. Un joven de la grada hizo gestos de mono cuando Vinicius estaba cerca, pero no pudo ser captado por el árbitro, por lo que el incidente quedó impune y no se paró el partido.
En todo caso, no se descarta que tenga consecuencias, como ya ha ocurrido en casos anteriores de aficionados expulsados de por vida de estadios y con una denuncia correspondiente por delito de odio.
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