Tanto esperar esto durante 7 años y Florentino Pérez ya tiene a su soñado crack reinando y haciendo de las suyas en el Santiago Bernabéu. Kylian Mbappé trituró al Manchester City (3-1) casi él solito.
En un estadio remodelado, como también ansiaba el presidente, el equipo blanco logró pasar la repesca a octavos de final de la Champions y eliminando a todo un favorito (al menos al comienzo de temporada), espera rival en la próxima ronda.
No todo son buenas noticias, porque el cruce será o contra el Atlético de Madrid o el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, que si bien no está siendo tan arrollador como el pasado año, sigue jugando muy bien al fútbol. Este viernes, sorteo.
Segundo hat-trick de Mbappé
El francés, tras el logrado ante el Valladolid en enero, firma su segundo hat-trick vestido de blanco y en un partido de peso, ante el City de Pep Guardiola.
Mbappé salió ovacionado y coreado del Bernabéu, que ya tiene nuevo ídolo, sumándolo a la larga nómina que ya tiene en activo: Vinicius, Bellingham, Valverde, Modric...
Si bien el galo necesitó de sus compañeros, casi se lo guisó y se lo comió todo él solito, como Juan Palomo. Memorable el pase del primer gol del joven Raúl Asencio, que cada día recuerda más a la mejor versión de Sergio Ramos.
La segunda jugada de gol fue una sociedad perfecta entre los 3 de arriba, con Vinicius y Rodrygo haciendo magia para una definición de cine del francés.
Sin embargo, el tercer tanto de Mbpapé sí que fue casi 100% mérito suyo, ya que se deshizo de rivales y buscó entre tanto jugador una línea de tiro brutal que se coló en la red.
Olvidados los apuros en defensa
En la ida, el Madrid de Ancelotti tuvo que hacer un encaje de bolillos para armar una defensa, que tenía muchas bajas: Carvajal, Lucas Vázquez, Militao, Alaba y Rüdiger. Al final, Valverde ha cumplido como lateral derecho, y Asencio se ha consolidado no como opción de futuro, sino como un central que ya está listo para el presente.
Además, el regreso del alemán Rüdiger supuso un alivio y Tchouaméni pudo volver al centro del campo.
El francés mejoró su juego en su posicón natural y olvida sus peores momentos. Incluso salió ovacionado del Bernabéu, mientras que su compatriota Eduardo Camavinga está pasando por un duro bache. No termina de mejorar su juego, hace faltas ridículas y penaltis en otros partidos anteriores.
Ayer, el único tanto mancuniano vino por una falta innecesaria del francés que aprovechó en el rechace Nico tras un gran disparo de falta de Marmoush, que pegó el balón en el larguero.
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