El joven Lamine Yamal, de tan sólo 17 años, ya es una estrella internacional tras ganar la Eurocopa con España y despuntar con su club, el Barça.
Y hasta ahora su imagen no podía ser mejor e inmaculada: buen compañero, ilusión y sonrisas en el rostro, humildad... pero el miércoles ocurrió algo negativo en la última jornada de Champions.
Al joven catalán no le gustó ser cambiado por su entrenador, Hansi Flick, algo que se produjo en el descuento, algo que descolocó al delantero.
Los gestos de Yamal
Yamal consideró que aún podía ser fundamental para lograr la victoria, puesto que el marcador iba 2-2 contra los italianos del Atalanta.
El extremo manifestó su contrariedad, tanto que el alemán Flick tuvo que justificarlo y explicarle el relevo mientras le abrazaba y le intentaba calmar.
Tras darse cuenta del mal momento que había protagonizado, terminó siendo preguntado por ello por la prensa, justificándose en que tenía ganas de marcar o ser importante para que el equipo ganase el encuentro.
Aparte, Yamal aclaró que no su mal gesto no era por sair del campo, sino por el resultado: "El enfado era por el partido; Flick me ha dicho que esté tranquilo".
Además, su técnico también le quitó importancia al incidente y consideró que quería seguir jugando porque es muy competitivo: "Está decepcionado, pero y quería cambiar algo".
Otros, sin embargo, consideran que fue un gesto de mal compañerismo porque el jugador que entró, Pau Víctor, también tenía las mismas ganas por aportar al equipo e influir en una posible victoria.
Además, se le recuerda que no es la primera vez que se mete en algún lío por este tipo de cuestiones durante la temporada. Durante la reciente Supercopa disputada en Arabia, se dejó hacer fotos con niños con camisetas del Real Madrid, pero les tapó el escudo con la mano.
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