Los Reyes Magos de Oriente hicieron este viernes una parada previa antes de las tradicionales cabalgatas para repartir regalos entre los niños que viven junto a sus madres y padres reclusos en el centro penitenciario Madrid VI de Aranjuez que les congregó en parte de su módulo familiar bajo la iniciativa de la ONG Horizontes Abiertos.
La directora general de Centros Penitenciarios, Mercedes Gallizo, subrayó que "los Reyes Magos llegan también a los centros penitenciarios, independientemente de que los padres de algún niño tengan que estar algún tiempo en estos centros privados de libertad". "Los niños son personas pequeñas que tienen todo el derecho a que los Reyes Magos se acuerden de ellos", destacó.
El hecho de que la directora de centros penitenciarios acuda a la cárcel implica que los reclusos le pidan "muchas cosas que son imposibles" porque ella no es "ningún rey mago". Sin embargo, insistió en que no sólo tiene que pedir que se porten bien "a los niños", sino también "a los padres". En este sentido, subrayó que esta experiencia les sirve a los padres "para pensar que no es un buen lugar" para sus hijos y hace que "sean conscientes de que si cometen un delito no sólo se hacen daño a sí mismos, sino también a los niños".
Por otro lado, Gallizo afirmó que el centro penitenciario no sólo "permite el cumplimiento de las condenas de las madres junto a sus hijos", sino que además "lo que tiene de singular Aranjuez es que tiene un módulo de parejas" para "cuando ambos están cumpliendo una condena y se dan determinados requisitos, como que no sean personas drogodependientes o que no tengan una actitud agresiva".
Uno de los internos del módulo familiar aclaró que llevaba ya seis años cumpliendo condena junto a su mujer y su hija, aunque mostró su alegría al comentar que su esposa salía en una semana "en tercer grado con la niña". En su caso, tendrá que esperar otros tres años para acabar su "condena de 9 años por un delito contra la salud pública" y reunirse junto a ellas.
Así, explicó que se siente "bastante privilegiado al estar con su mujer y su niña en un mismo sitio porque es mucha la diferencia" al poder estar juntos en un mismo módulo. Al ser preguntado por el deseo que le pediría a los reyes magos contestó que la respuesta es "sencilla: poder salir para estar juntos, que llevamos bastante ya reclusos".
Por su parte, Mónica, una de las voluntarias de Horizontes Abiertos, la ONG que organizaba el evento con la colaboración del centro penitenciario, confesó que sólo lleva 2 meses en la iniciativa y que es "la primera vez" que participa "en un proyecto así". "Merece la pena" porque los niños dan más de lo que que reciben", agregó.
Para acabar, calificó la experiencia como "gratificante" tanto en el plano personal como en el profesional, ya que estudia tercero de pedagogía. Además, subrayó que llevan a cabo actividades con los niños como ir a circos, parques o colegios todos los sábados y domingos de 10 a 16.30 y "luego los niños tienen aparte permisos". "Como si fuera una guardería más o menos", concluyó.