Crece la indignación por la cautelar concedida por el CSD al Barcelona tanto entre los clubes de Primera como de Segunda División. Ya son varios los equipos que están dejando constancia, algunos públicamente y otros privadamente, de su inquietud por lo que creen que supone "un precedente muy peligroso", según informa 'As'.
Muchos equipos se quejan de ls enormes esfuerzos que tienen que hacer para cumplir con el control económico de LaLiga y ahora comprobar cómo un club grande como el azulgrana consigue lo que creen que es un trato de favor que, además, llega desde la esfera política.
Desde el Athletic de Bilbao fueron muy claros, tanto institucionalmente como por su jugador Iñaki Williams. "Es una medida provisional tomada por un órgano político", dijo su presidente, Jon Uriarte, que afirmó que la situación era "esperpéntica". Con el paso del tiempo, otros se están sumando a las quejas. "Es una total falta de respeto. Es un agravio comparativo gravísimo. El que regula la competición es LaLiga y las licencias, la Federación", subraya Jorge Santiago, portavoz del Valladolid. "Las normas no son para todos", ha criticado Sergio Pellicer, técnico del Málaga. Por su parte, Las Palmas ha manifestado, por medio de un durísimo comunicado, que la medida tomada por el CSD es "un grave peligro para la integridad de la competición. La decisión genera una sensación de arbitrariedad incompatible con los principios de transparencia y equidad".
5 clubes expresan su preocupación máxima
Esas han sido, hasta el momento, algunas de las voces públicas, pero hay muchas más que se están levantando de forma privada. Entre los mandatarios de la RFEF, el teléfono ha sonado ininterrumpidamente desde que se hizo pública la noticia que anulaba la decisión tomada por LaLiga y la propia Federación. Admiten que hasta 5 clubes han llamado en las últimas horas manifestando su preocupación máxima.
Lo que muchos se están preguntando es: "¿Qué pasará a partir de ahora?". Y parece ser que el resto de clubes se está organizando para tratar el tema cara a cara con LaLiga en una reunión en el que la cuestión Olmo, las reglas económicas y la intervención del CSD van a ser parte de la conversación.
Los equipos quieren tratar el tema en las próximas semanas en una reunión en la que van a "hacer un frente común" para defender uno de los pilares de la sostenibilidad de la competición. Aunque desde los clubes subrayan que este "es un precedente peligroso", desde LaLiga, que también está enfadada con la decisión gubernamental, abogan por el futuro de la norma: "No está en riesgo. La amplia mayoría de los clubes creen en ella y la respaldan".
Y es que lo que más indigna a los clubes no son las normas en sí, sino que el Barça no las haya cumplido y exista una resolución del Gobierno que se lo permita. Jorge Santiago se ha mostrado contundente: "La política no debe intervenir en esta parte que no sólo es deportiva, sino también de empresa. Las entidades deportivas se transformaron en sociedades anónimas en el año 91 y, a partir de ahí, son empresas y deben regirse por las normas que hemos aceptado todos en LaLiga".