Andaba 3-0 el Real Madrid nada más comenzada la segunda parte y todo indicaba a que la noche en el Bernabéu acabaría en goleada ante el Alavés, pero la noche se complicó para los blancos.
Un susto que llegó a la angustia con el 3-2 que hicieron los vitorianos en apenas 2 minutos, en el 85' y el 86', que llevó a un final de infarto para Ancelotti y el público madridista.
El téncnico italiano andaba feliz con su partido 300 como entrenador blanco y acumulaba otro partido sin perder en Liga, 39 ya, más de 50 en el total de competiciones, pero sus pupilos le atragantaron la tarta de 'aniversario'.
Un enfado disimulado porque en realidad el plan inicial era ése mismo: una victoria relajada y comenzar a hacer cambios para conceder descansos de cara al derbi madrileño ante el Atleti el domingo.
En ese sentido, todo marchaba bajo el guión con ese 3-0. Entraron al campo 4 jugadores nuevos casi de golpe: Vallejo, Güler, Endrick y Modric, más Fran García ya en el descuento para revitalizar al Madrid. Tantos cambios provocaron el efecto contrario: el equipo se relajó en exceso y dio por finalizado el partido antes de tiempo. Algo que el Alavés no hizo nunca porque quería, al menos, el empate.
Golazos blancos
Mejor no había podido comenzar la velada en el Bernabéu para los blancos. En el minuto inicial, Lucas Vázquez, que se estrenaba como capitán, jugando desde el lateral derecho, llegó a rematar a placer una jugada de maestro de Vinicius, que celebraba así la filtración de que será el próximo Balón de Oro.
Con ese marcador favorable desde el minuto 1, el Madrid jugó a placer, sin prisas y angustias, como en otros anteriores encuentros, en los que el gol se le resistía. Pudo hacer el 2-0 pronto Mbappé, pero su tanto no fue legal por un ligero fuera de juego en su posición de desmarque.
Sí fue válido un golazo que dibujaron entre él y Bellingham en el 40', quedándose él tranquilo y el Bernabéu, confirmando que su estrella no va a tener problemas ni de hacer tantos ni de adaptarse al fútbol español y el equipo blanco. 2-0 antes del descanso y máxima paz.
Tanta tranquilidad positiva que el 3-0 llegó también al inicio de una mitad de tiempo, ahora de la segunda parte. Rodrygo hacía el 3-0 en el 48' tras un despiste defensivo del Alavés y se ponía fin a la noche en cuanto a lógica de resultado.
Es cierto que llegó el susto en el tramo final del partido con esos 2 goles, de Benavídez y Kike García, 2 golazos, por cierto. Pero la cosa estaba más que atada, en realidad.
Para la polémica posterior, las tarjetas que vieron Vinícius, Valverde y Endrick. El primero de ellos, de nuevo por aspavientos en sus protestas. Pudo ver la segunda porque cuando fue sustituido hizo otro ademán polémico hacia el cuarto árbitro, en este caso por el tiempo escogido para prolongar el encuentro.
Más allá de los detalles, máxima tranquilidad en el Madrid, que llega con al menos 2 puntos de ventaja ante el Atleti al derbi del domingo en el Metropolitano, a falta de saber qué harán los rojiblancos el jueves ante el Celta, con 2 días menos de descanso.
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