Es un gran secreto a voces desde que acabara la pasada temporada, incluso antes del gran papel de Nico Williams en la Eurocopa: el Barça quiere hacerse con el extremo del Athletic.
El club azulgrana está dispuesto a pagar la cláusula de rescisión íntegra ante la negativa de la entidad vasca para negociar un traspaso, y se asegura que esa cantidad es de 58 millones.
Ahí empieza ese motivo de indignación que se está generalizando en La Liga entre clubes, medios y expertos en fútbol nacional.
Y es que pocos entienden que mientras que la mayoría de los clubes españoles no puedan acometer grandes fichajes por los topes financieros, el Barça, que está en una crisis financiera total, sí que pueda hacerlo.
Esos 58 millones necesarios para fichara a Williams no están, ni mucho menos en caja. El Barça no dispone de ese dinero y se habla de que tendrá que pedir un nuevo préstamo para pagar esa cantidad este mismo verano al Athletic Club de Biilbao y hacerlo en un solo pago, depositando la cláusula en la sede de La Liga ante la negativa de este club de acceder a la venta.
Un carrusel de gastos impresionante
Lo que indigna en sí mismo es que se permita continuamente al Barça, tanto por parte de La Liga como por parte de la UEFA, endeudarse continuamente, cuando su situación económica es tan delicada.
Se calcula que la deuda completa del club presidido por Joan Laporta es de unos 1.200 millones de euros, además de sumar los préstamos que ha pedido para construir el nuevo estadio y el llamado 'Espai Barça'.
La deuda neta sería de unos 552 millones, sumando deudas bancarias y de salarios pendientes de pago. Además, tiene un tope salarial impuesto a su plantilla y sigue sometido a la regla de tener que vender un jugador por cada uno que compre.
Otras fuentes apuntan a que la deuda con bancos y entidades financieras sería de 204 millones a corto y largo plazo, hasta 2028. Pero sumando el préstamo para la construcción del 'Espai' llegaría a 1.458 millones.
Fichajes sin freno
Pero como a su crisis financiera suma una crisis deportiva por falta de títulos, no ha dejado de fichar a jugadores carísimos.
Sólo en los últimos años ha comprado a Lewandoski por 45 millones + 5 en extras. A Koundé por 50, a Ferran Torres por 55, a Raphinha por 58, a Vitor Roque por 30+31...
También es cierto que ha tenido que hacer ventas, como la de Dembélé, por unos 35 netos.
Al probable fichaje de Nico Williams se suma el deseo de hacerse también con uno de los recientes campeones de la Eurocopa: Dani Olmo, cuyo club, el alemán RB Leipzig, pedirá unos 60 millones. Otra cantidad que, ente teoría, debería ser inaccesible para la entidad blaugrana.
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