www.diariocritico.com
El intangible valor de la sospecha

El intangible valor de la sospecha

miércoles 23 de enero de 2008, 14:48h
Desde hace muchos meses, algunos venían alertando sobre una posible crisis económica, sobre la necesidad de tomar medidas y de actuar para disminuir sus efectos. Esta semana estalló, no se puede decir que por sorpresa, pero sí con unas características realmente serias. Los problemas que se detectaron a finales de 2007 -frenazo en la construcción, fuerte inflación, tipos de interés más altos, subida récord de los precios del petróleo, crecimiento alarmante del déficit exterior y otros- eran señales de alarma a las que había que haber atendido. Pero el Gobierno, instalado en la autocomplacencia, y en campaña electoral, se ha hartado de decir que estábamos mejor que casi todos y que a nosotros no nos iba a afectar la crisis. Mejor, aún, ¿qué crisis? Ni recesión, ni crash, ligeros ajustes...

   Tal vez no haya que exagerar, como dice Solbes, pero muchos están seriamente preocupados. Ya saben ustedes que hay muchos chistes sobre los economistas, que no les dejan demasiado bien parados.  Uno de ellos es ese que dice que hay dos clases de economistas, los que no saben hacer predicciones y los que no saben que no saben hacer predicciones. ¿Y los políticos? Los políticos saben hacer predicciones, de hecho las hacen todos los días, pero no les importa que la historia les de o les quite la razón, porque ya están haciendo otras diferentes o vendiendo lo que interesa en cada momento.  No se si el Gobierno efectivamente metió parte del fondo de reserva de la seguridad Social en la Bolsa -como insistió en hacer el presidente Rodríguez Zapatero- pero si fue así nos hemos comido las reservas en un par de días. Los expertos dicen que no es el momento de vender, pero en las crisis los que venden a mal precio son siempre los que tienen menos y los que compran a un precio estupendo son casi siempre los que ya tienen mucho, con lo cual, al final las cosas están casi siempre como estaban. Los ricos, más ricos y los pobres, más pobres.

   El asunto es un problema de confianza y hay que ver en estos días si los ciudadanos españoles confían tanto en ese dolce far niente que propone Solbes como lo han hecho los inversores del mundo en el plan de reactivación presentado por Bush. Un entusiasmo manifiestamente descriptible. El intangible valor de la sospecha, una leve sospecha, ha hecho que los mercados se derrumbaran. No hay que exagerar, no es tan grave, dice Solbes, pero más de uno tiene el miedo en el cuerpo y los ahorros a la intemperie. Que no nos pase nada.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios