Los controles, que la Guardia Civil ha establecido en algunas de las carreteras de salida de Madrid tras el atentado en la T-4, unidos a la segunda parte de la operación salida de las Navidades, hizo que las vías de la región presentaran este sábado dificultades circulatorias.
Según informaron testigos presenciales, en torno a las 11.00 horas varios turismos de la Guardia Civil establecieron un control en la A-6 a la altura de la salida hacia el puerto de Navacerrada. Allí, los agentes detenían a algunos vehículos e inspeccionaban su interior a la vez que identificaban a sus ocupantes.
Además, la zona del aeropuerto de Barajas se vio afectada por el corte de la vía que lleva hasta la T-4, lo que conllevó que todo el tráfico que se dirigía a esa terminal tuviera que ser desviado hacia las antiguas T1, T2 y T3. Estos cortes repercutieron en la A-2, que sobre las doce de la mañana presentaba varios kilómetros de retenciones a la altura del kilómetro 35.
Un portavoz de la Dirección General de Tráfico (DGT) explicó que las retenciones en las carreteras de la Comunidad de Madrid son similares a las que se produjeron el pasado sábado, víspera de Nochebuena, y que el atentado en Barajas no ha afectado especialmente a la circulación por las vías de la región.
Por su parte, la Policía está analizando las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del aeropuerto para determinar en qué momento entró la furgoneta bomba. Según informaron fuentes de la investigación, el juez que se encuentra de guardia en la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, ha pedido la práctica de estas diligencias para tratar de conocer cuándo se colocó la furgoneta y cuántas personas podrían haber intervenido en los hechos. De esta forma intentarán conocer la identidad de los autores del atentado.
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