El Banco Internacional de Pagos advierte en su último informe que los mercados financieros necesitan prepararse para un largo período de turbulencias a medida que los principales bancos centrales del mundo comienzan a cerrar sus programas de estímulo y a elevar los tipos de interés.
Compara la volatilidad de este año en los mercados con la reacción de un paciente que termina un tratamiento farmacológico fuerte y debe prepararse para una convalecencia prolongada y agitada, ante el probable aumento de tipos en EE.UU., el creciente temor por las guerras comerciales, el BCE a punto de poner fin a su programa monetario expansivo y con problemas en mercados emergentes que llevan a subidas de tipos de interés.
Precisamente ayer, las declaraciones del presidente del BCE ante la Comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara reforzaban la perspectiva de una retirada progresiva de los estímulos monetarios, al advertir del repunte "relativamente vigoroso" de la inflación subyacente en la zona euro. Expresó su confianza en que continúe el repunte de los salarios, señalando que el crecimiento de los salarios negociados en la Eurozona se incrementó desde el 1,5% en 2017 hasta el 1,7% en el primer trimestre de este año y el 2,2% en el segundo.
No obstante, reafirmó la promesa del BCE de mantener los tipos en sus actuales niveles bajos "hasta el verano" del próximo año, rechazando implícitamente la petición de algunos miembros de la institución para que los ajuste con mayor antelación.